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sociedad - JUEVES, 1 DE AGOSTO DE 2013


carlos chiocrón chocrón. ep.

fallecimiento
 

Fallece Carlos Chocrón

El reconocido empresario de la joyería Carlos Chocrón, Medalla de la Autonomía 2010 y destacado ceutí, falleció la pasada madrugada en nuestra ciudad a los 83 años de edad
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Ha fallecido un buen hombre y un hombre bueno. Amigo de sus amigos, fácil conversador, tertuliano vocacional y amigo del diálogo fácil y cercano, Carlos Chocrón ha sido ese empresario relevante del mundo de la joyería que supo proyectar su dimensión como tal allende nuestras fronteras locales y extender la imagen de Ceuta al concierto nacional de más calado. De su mano, nos llegaron y compartieron con su marca empresarial protagonismo, notables figuras del mundo del arte, la moda, le toreo, el fútbol, de la farándula y de mil y un lugares, acordes con la personalidad universal de un Carlos Chocrón. Un personaje que siempre llevó el nombre de Ceuta con honor y supo dignificar su profesión como gran empresario.

Hablar de Carlos Chocrón en el mundo de la joyería siempre ha sido como ejemplo de distinción aunque él era un hombre sencillo, campechano, coloquialmente asequible y con quien era fácil empatizar.

Nunca se conformó con mantener ese status de joyero distinguido sin más y dedicarse a convertir en próspero su negocio sin más. Siempre quiso aportar su impronta e ir un poco más allá. Carlos Chocrón fue siempre un hombre comprometido, de los que les gustaba involucrarse en causas e iniciativas en las que siempre era el primero en aportar su “granito de arena”, cuando no se convertía en pionero de algunas de ellas.

Un hombre de tanta categoría empresarial y humana, a quien no era extraño verle plantando árboles en García Aldave, cualquier fin de semana, llevado por su inquietud con la reforestación. Y no lo hizo en una sola ocasión, sino en varias. Tampoco era extraño situarle en cualquier cena benéfica como promotor o involucrarse en cualquier actividad filantrópica de los Rotary, Club al que pertenecía y era miembro muy activo.

En Ceuta, Carlos Chocrón, desde hace tiempo, tenía –como se suele decir-, “un nombre”, pero también, en Madrid. Y como decía aquél, ya se sabe que triunfar en Madrid, por extensión, es triunfar en España. Desde su empresa, se ha proyectado la Fundación, un legado para futuras generaciones con proyección de futuro y una forma de perpetuar las enseñanzas de la joyería, los valores por la belleza, la destreza en la labor artesana, el manejo y utilización de los metales preciosos. En definitiva, una forma más de incidir en una dimensión profunda sobre un arte que, ni quiso ni se puede perder.

No se olvide que, Chocrón, junto a su personalidad sencilla, asequible, cercana, y humana también ha sido un hombre que ha saboreado el triunfo y ha gozado de un reconocimiento general como empresario sin que nunca se dejara llevar por la altanería y a nivel social, como un hombre comprometido con su tiempo, amante de causas nobles y estímulo de iniciativas filantrópicas, igualmente tuvo marchamo de admiración.

Quizás por todos estos valores, tuvo bien merecida la Medalla de la Autonomía que se le entregó en las Murallas Reales, ocasión en la que provocó un sobresalto a todos sus amigos y a quienes no lo eran pero admiraban su hombría de bien y le vieron desvanecerse como un junco doblegado por un traicionero achaque de la modernidad. Quienes le vimos golpearse violentamente contra el suelo con su corpachón desmadejado, experimentamos un vuelco en el corazón, creyéndonos lo peor. Afortunadamente, su recuperación fue posible y aunque pareció que desde entonces todo era igual, lo cierto es que ya nunca volvió a ser lo mismo.

Carlos Chocrón tenía el corazón tan grande que, hasta en los momentos de mayor emoción como lo fue aquél en el que pronunciaba su discurso para agradecer la Medalla de la Autonomía, amagó con fallarle, pero no lo hizo, afortunadamente para él y para los que le queríamos.

Por eso mismo, cuando hemos sabido de la noticia, de la triste noticia de su fallecimiento, tampoco podíamos dar crédito a un hecho que, inconscientemente independizamos de la propia ley de vida. Sin embargo, Carlos Chocrón pese a dejarnos físicamente, permanecerá entre nosotros con su imperecedero recuerdo por la labor realizada y su legado más preciado: la memoria hacia un hombre bueno y un buen hombre. Una forma de eternizarse en el tiempo entre nosotros y de corresponderle, porque quien fue admirable, también despertó admiración, quien sembró como él obras buenas, igualmente recogerá una cosecha de beneplácitos.

Descanse en paz este gran hombre, brillante joyero y ejemplar amigo.
 

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