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sucesos - DOMINGO, 28 DE JULIO DE 2013


Tarek Mizzian. el pueblo.

 ENTREVISTA / Tarek Mizzian
 

“Ocho largos años a que se hiciera justicia”

El padre de Tarek Mizzian recibió una paliza por parte de dos agentes de la UIR, que han sido condenados por el Tribunal Supremo a un año y diez meses de inhabilitación; Mizzian reclama la disolución de esta unidad de la Policía Local

CEUTA
Paula Zumeta

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La familia está muy satisfecha con la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo, ya que llevamos esperando ocho largos años que se hiciera justicia”. “Mi padre, que ahora en paz descanse, fue apaleado y se le propinó una brutal paliza por dos miembros de la UIR de la Policía Local”. Con estas palabras comienza su relato uno de los hijos de Abselam Mohamed, Tarek Mizzian, que ostenta en estos momentos el cargo de presidente del Partido Democrático y Social de Ceuta (PDSC). Sin embargo, Mizzian se sienta con EL PUEBLO para hablar de su experiencia personal, de cómo su familia lo ha pasado en estos últimos años. “Ha habido muchas mentiras y declaraciones contrarias, pero por fin, después de la primera sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz y esta segunda del Tribunal Supremo, que ratifica la primera, se condena a estos dos policías por malas prácticas y abuso de autoridad”.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmaba hace casi dos semanas la sentencia condenatoria que dictara, el año pasado, la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta contra dos agentes de la Unidad de Intervención Rápida (UIR). Después de que se estudiara el recurso que fue presentado por la defensa de los agentes, los magistrados confirmaron la condena de dos años de cárcel por un delito de lesiones agravado por el abuso de “superioridad” y atenuado por la concurrencia de dilaciones indebidas, modificando únicamente el periodo contemplado de inhabilitación. Así, los agentes no podrán ejercer sus funciones de “policía del Ayuntamiento de Ceuta” durante un año y diez meses.

“Fue una brutal paliza que llevó a mi padre -Abselam M.M.- a que perdiera un ojo, además de causarle secuelas en todo el cuerpo”, explica Mizzian emocionado. Esta situación le llevó a “una depresión; no salía de casa y dejó el trabajo porque no se encontraba ni física ni moralmente bien”. Incluso Abselam “tenía miedo a conducir, ya que el carnet lo tenía en vigor, a pesar de que se diga lo contrario”. “Tengo ese carnet como recuerdo...”, explica. El padre de Tarek, continúa su hijo, tenía “miedo a la Policía”. “Se hundió mucho, hasta que tuvo un infarto en el año 2008”. Mizzian destaca que, desde que se produjo la “brutal paliza”, él y su familia “siempre” han perseguido que “se supiera la verdad; esta verdad sólo ha tenido un camino”. “Ahora más que nunca creemos en la Justicia, a pesar de todas las barbaridades que se han dicho”, recalca.

El vídeo “probatorio”

Sobre el por qué de la paliza, el hijo de Abselam destaca que “no pasó nada para que se la dieran”. “Supuestamente se equivocaron de persona y gracias a Dios que hubo un vídeo probatorio donde se ve perfectamente que mi padre baja del vehículo y le dan una paliza”, relata. “Mi padre tenía en aquellos tiempos sesenta años, era diábetico y muy conocido en la ciudad; lo único que alcanzó a decir es que era diabético y les pidió que no le pegaran más...” “¿Qué he hecho?”, preguntó a los agentes de la UIR. “Es el vídeo el que se ha valorado y se han echado por tierra todas las mentiras que se había inventado el grupo para tapar este suceso”.

Mizzian también comenta a este diario que la vivienda familiar, propiedad ahora de su madre, se encuentra embargada. La causa es que el “Consorcio de Compensación reclamaba a mi madre 14.000 euros porque dice que mi padre había embestido a dos vehículos policíales, cuyos daños ascendían a esta cantidad”. Sin embargo, “la sentencia asegura que mi padre nunca tuvo ningún accidente con esos vehículos” y ratifica que el coche de Abselam “estaba en perfectas condiciones”. De ahí que la familia vaya a solicitar al Consorcio de Compensación la eliminación de esta ‘pena’. “Además, los policías también tendrán que dar cuenta a este Consorcio de una actividad que entendemos que es delictiva, por mentir por unos accidentes que no ocurrieron”.

Por otra parte, Mizzian no quiere dejar pasar la oportunidad de manifestar su opinión acerca de la ‘dejadez’ del Gobierno de la Ciudad en este asunto: “Como grupo político queremos recordar al Gobierno de la Ciudad y a los responsables políticos y policiales que siempre estuvieron a favor de estos policías, que, con la sentencia del Tribunal Supremo en la mano, hasta ahora, ningún miembro del Gobierno ni tampoco de la Policía, con un gesto de humanidad o político, se ha acercado a la familia para pedir perdón”. “Ocho largos años...”, medita. El hijo de Abselam insta al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a “pedir perdón”. “Soy una persona pública y presidente de un partido político, y Vivas trata directamente conmigo; qué menos que una llamada telefónica”, ironiza.

En el sentido más puramente político y como representante del partido localista PDSC, también recuerda que sus dos precedesores en el cargo, tanto el ya desaparecido Mustafa Mizzian, como Abderrafer Mohamed, que dejó la presidencia por motivos personales, habían defendido la disolución de la Unidad de Intervención Rápida. “Las actuaciones de este grupo son polémicas y ha actuado de forma peligrosa lesionando a numerosos ciudadanos”. “De hecho, hay cientos de denuncias y, de forma próxima, llegará la denuncia de un médico y la de un comerciante de la ciudad, esta última, ya se encuentra en el Tribunal Supremo”, advierte. “El problema de la UIR data de hace muchos años, somos gente humilde y no tenemos por qué sufrir este tipo de situaciones”, destaca.

Para el PDSC la UIR es un grupo “nocivo” para la paz social. Según Mizzian, esta unidad “no es del agrado de los vecinos de la periferia”, y agrega que “otros Cuerpos como la Policía Nacional o la Guardia Civil son respetados”.
 


“Nadie se ha acercado a pedir perdón a ningún miembro de mi familia”

Tarek Mizzian no quiso pasar la oportunidad para valorar la recogida de firmas que se ha iniciado para ‘indultar’ a los dos agentes de la UIR. “Si piden un indulto, la parte contraria, que en este caso somos mi familia y yo, debería emitir un informe”. “En este caso, nadie se ha acercado a pedirnos perdón ni a mi madre, ni hermano, ni hermana ni a mí”, lamenta. “Tengo un negocio en una zona muy conocida y nadie ha venido a decirme nada”, afirma. “Se pide un indulto tras haber cometido un delito; si se está condenando, se tiene que ejecutar la condena”, comenta Mizzian, que explica que ha escuchado de vecinos que la recogida de firmas no se está haciendo en las mejores condiciones posibles.
 

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