La Exposición del Santísimo es la devoción que tiene por
objeto la adoración de Cristo Eucarístico. Se fundamenta en
la Fe, en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. La
Custodia u Ostensorio es el Recipiente Sagrado donde se
expone la Ostia Consagrada para la adoración de los fieles.
En la Custodia está plasmado el origen de nuestra Eucaristía
desde los tiempos de las Catacumbas en que los cristianos
perseguidos guardaban en sus casas con adorante amor la
Sagrada Eucaristía. Al terminar la celebración Eucarística
se distribuía el pan consagrado que los fieles guardaban en
pequeños vasos, o pequeñas cajas, para comulgar cuando
sintieran necesidad.
Después de la paz de Constantino, que permitió celebrar
libremente los sagrados ritos y construir lugares de culto,
se estableció la práctica de custodiar la Eucaristía en las
Iglesias. Aunque el uso de conservar la sagrada Eucaristía
en las casas privadas dejó de hacerse definitivamente hasta
principios del siglo VI.
Las visitas al Santísimo, las exposiciones y bendiciones ha
de ser un momento para profundizar en la gracia de la
comunión, revisar nuestro compromiso con la vida cristiana,
la verificación de cada uno ante la Palabra del Evangelio,
el asomarse al silencioso misterio del Dios callado. Esta
dimensión individual del tranquilo silencio de la oración,
estando ante Él en el amor, debe impulsar a contrastar la
verdad de la oración, en el encuentro de los hermanos,
aprendiendo también a estar ante ellos en la comunicación
fraternal.
La práctica de exponer el Santísimo Sacramento aparece
narrada por vez primea en la vida de S. Dorotea (m 1.394).
El biógrafo de la santa refiere que todas las mañanas acudía
temprano a la Iglesia, para ver la Eucaristía expuesta en un
Ostensorio (Custodia).
Santo Rosario
El rezo del Santo Rosario surge aproximadamente en el año
800 a la sombra de los monasterios, como Salterio de los
laicos. Dado que los monjes rezaban los Salmos (150), a los
laicos, los cuales en su mayoría no sabían leer, se les
enseñó a rezar 150 Padres nuestros. Al pasar el tiempo, se
formaron otros tres salterios con 150 Aves Marías, 150
alabanzas en honor de Jesús y 15º alabanzas en honor de
María.
En el año 1.365 se hizo una combinación de los cuatro
salterios, dividiendo las 150 Aves Marías en 15 decenas y
poniendo un Padre nuestro al inicio de cada una de ellas. En
1.500 se estableció, para cada decena, la meditación de un
hecho de la vida de Jesús o María, y así surgió el actual
Rosario de quince misterior.
La palabra Rosario, significa “Corona de Rosas”,. La Virgen
María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan
un Ave María, le entregan una rosa y por cada Rosario
completo le entregan una corona de rosas. La rosa es la
reina de las flores, así que el Rosario es la rosa de todas
las devociones y por lo tanto es lo más importante.
El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta.
Con el Rosario de hecho, meditamos los misterios de gozo,
dolor, y de gloria de Jesús y María. Es una oración simple,
humilde como María.
El Rosario está compuesto de dos elementos: oración mental y
oración verbal. En el Santo Rosario la oración mental no es
otra cosa que la meditación sobre los principales misterios
o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su
Santísima Madre.
La oración verbal consiste en recitar quince decenas
(Rosario completo), o cinco decenas del Ave María, cada
decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos
sobre los misterio del Rosario.
La Santa Iglesia recibió el Rosario actual en el año 1.214,
de una forma milagrosa cuando la Virgen se apareciera a
Santo Domingo, y se lo entregara como un arma poderosa
contra los herejes.
¿Qué es una Novena?
Del latín “novem”, nueve. La Novena es una devoción de
oración privada o pública de nueve días que se realiza en la
Iglesia católica y cuya intención es para obtener alguna
gracia o intención especial. “El número nueve es indicativo
de sufrimiento en la Sagrada Escrituras”. (St, Jerome, in
Ezech, vii, 24, P. L. XXV, 238, ef. XXV, 1.473).
Hay novenas dedicadas a Nuestro Señor, al Espíritu Santo,
como tan bien a la Virgen María y a muchos santos.
Cuando se pide la intersección de la Virgen, se busca imitar
sus virtudes y santidad ya que de lo contrario la Novena
carecería de de sentido, si no se practica con fe y
determinación de cambio. Actualmente, y sobre todo en
España, Latinoamérica y Filipinas, muchas poblaciones
preparan las fiestas patronales con un solemne novenario en
honor del Patrón o Patrona del municipio, y básicamente
consisten en la celebración de una Misa de forma solemne y
con gran asistencia de fieles durante nueve días
consecutivos. Aunque también, en muchos lugares, se han
reducido los nueve días, a tres.
La Novena no tiene su origen en la Biblia, sino que se
inspira en una costumbre griega y romana, que celebraban
nueve días de duelo por los difuntos o para apaciguar a los
dioses. Jesucristo enseñó a orar con insistencia (Lucas
18,11) y pidió a los Apóstoles que se prepararan en oración
para la venida del Espíritu Santo, después de su Ascensión a
los Cielos (Hechos 2, 1-41). De esta experiencia eclesial
surge la novena de Pentecosté. Aunque los primeros
cristianos siguieron la costumbre en cuanto al número de
días, , el contenido de las novenas era completamente nuevo,
consistían en fervientes oraciones cristianas realizadas, en
principio en forma comunitaria. En el siglo XVII, el Papa
Alejandro VII concede la primera Indulgencia a una novena,
en honor a San Francisco Javier.
Santa Misa
La palabra Misa proviene del latín “missa”, missio que
quiere decir despedida, dejar libre, interrupción o
conclusión de una reunión. La Santa Misa es la celebración
dentro de la cual se lleva a cabo el Sacramento de la
Eucaristía. Su origen se remonta a los primeros tiempos de
la Iglesia, en donde los Apóstoles y los primeros discípulos
se reunían el primer día de la semana, recordando la
Resurrección de Cristo, para estudiar las Escrituras y
compartir el pan de la Eucaristía.
No hace falta ser un erudito o historiador para encontrar
los orígenes de la Misa. Simplemente nos basta con tomar la
Biblia y leer un poco. Así mismo nos encontramos con los
pasajes de Mateo 26, 26-28:
Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo
partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen y coman;
esto es mi cuerpo”. Después tomó una copa, dio gracias y se
la pasó diciendo: “Beban todos de ella” esto es mi sangre,
la sangre de la Alianza, que es derramada por una
muchedumbre, para el perdón de sus pecados.
Partes de la Misa actual
La Misa se divide en dos partes principales: la liturgia de
la Palabra y la liturgia de la Eucaristía
LA LITURGIA DE LA PALABRA: Es con la que se inicia la Misa y
consta de tres partes principales: las lecturas, la homilía
y la oración de los fieles.
LA PRIMERA LECTURA: se toma generalmente del Antiguo
Testamento o de los Hechos de los Apóstoles y nos sirve para
entender muchas de las cosas que hizo Jesús.
SEGUNDA LECTURA: Se toma del Nuevo Testamento, de las cartas
que escribieron los primeros Apóstoles. Esta segunda lectura
nos sirve para conocer cómo vivian los primeros cristianos,
y cómo explicaban a los demás las enseñanzas de Jesús.
EL EVANGELIO:
Se toma de algunos de los cuatro Evangelios de acuerdo con
el ciclo litúrgico y narra una pequeña parte de la vida o
las enseñanzas de Jesús.
LA HOMILÍA: En este momento de la Misa, el sacerdote explica
el significado de las tres lecturas y su aplicación en
nuestras vidas.
LA ORACIÓN DE LOS FIELES: En este momento nos ponemos de
pie, con la actitud interna de súplica al Padre y nos unimos
a todas las personas que están en Misa para pedir juntos y
en voz alta a Dios por cosas que nos interesan a todos.
LA LITURGIA EUCARÍSTICA: En la segunda parte parte de la
Misa, los miembros de la Iglesia revivimos la Pasión y
Resurrección de Cristo, aunque sin derramamiento de sangre.
1Co 11`24 y, después de dar gracias , lo partió diciendo…….
1Co 11`25 De igual manera, tomando la copa después de haber
cenado dijo : Esta copa es la Nueva Alianza…..
EL OFERTORIO: Dios ofreciéndosela para que se conviertan en
el Cuerpo y Sangre de Cristo.
LA COMUNIÓN: La comunión significa <<común unión>>, pues al
acercarno a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de
nosotros, nos unimos a toda la Iglesia, a todos los
cristianos en esa misma alegría y amor.
SILENCIO SAGRADO, BENDICIÓN Y DESPEDIDA: Después de la
Comunión, al terminar el silencio, el sacerdote bendice al
pueblo y lo despide con las palabras “ Glorificado el Señor,
podéis ir en paz”.
HIMNO DE LA PATRONA: La manifestación musical más importante
la constituye el Himno Oficial de la Virgen de África. Es un
Himno bellísimo. E autor de la pertitura es D. Francisco
Servat, sacerdote que obtuvo en la Santa Iglesia Catedral
Septense el beneficio de Sochantre. La letra se debe al
eximio escritor D. Justiniano Rodríguez
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