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El comunicado de “suspensión
temporal del servicio” aéreo de helicópteros
Ceuta-Algeciras-Málaga, anunciada por Ceutahelicopters, es
una mala noticia para las comunicaciones de nuestra ciudad y
la península, máxime cuando, igualmente, el contrato de
adjudicación de la línea marítima de interés público del
Estrecho, ha quedado desierto y no parece que se vaya a
volver a licitar. Estas situaciones de merma en las
comunicaciones con la península suponen un claro retroceso y
ha de estimular a nuestros dirigentes políticos para aunar
esfuerzos y acometer con decisión, actuaciones acordes con
lo que el ciudadano demanda: que Ceuta no se vea aislada por
unas u otras razones (precios y disminución de servicios).
La anunciada “suspensión temporal del servicio”, junto al
“confiamos retomar el servicio en septiembre”, son
expresiones que no hacen mas que sembrar las dudas por la
incertidumbre sobre la continuidad de un servicio que es una
alternativa más para nuestro sistema de comunicaciones. En
realidad, si es cierto que la baja ocupación de agosto puede
aconsejar a la empresa Ceutahelicopters a interrumpir el
servicio, sería hasta razonable, pero si es una mentira
piadosa para no alarmar ante una suspensión definitiva,
supone una falta de respeto para el ciudadano.
Ceuta merece y demanda servicios de calidad y en consonancia
con la modernidad de los tiempos actuales. Por unas u otras
razones, no se puede caer en la inercia de la pasividad ante
situaciones como éstas con pérdida de posibilidades de
comunicación. Se precisan, requieren y exigen, actuaciones
decididas, firmes y eficaces, para resolver situaciones de
este tipo en la que tenemos la sensación de retroceder en
vez de avanzar. La gestión política y el apoyo del Gobierno
de la nación han de traducirse en actuaciones
satisfactorias.
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OPINIÓN / EDITORIAL
