En numerosas ocasiones he
discrepado con los planteamientos del partido socialista y
en particular, con las manifestaciones de su secretaria de
igualdad, Sandra López. Pero en esta ocasión, comparto
íntegramente las críticas lanzadas, el pasado lunes, por
esta dirigente con motivo de las graves manifestaciones
atentatorias contra los derechos de las mujeres musulmanas
vertidas por el melillense, estudioso del Corán, Malik Ibn
Benaisa, en una de las numerosas conferencias ofrecidas en
nuestra ciudad. Charlas dirigidas a aconsejar a la mujer
musulmana respecto a cómo ganarse el corazón de su esposo.
Sin ninguna duda, afirmaciones sobre las que no caben
interpretaciones posibles. No existe justificación alguna a
un discurso obsoleto y rancio en una sociedad del siglo XXI,
moderna, democrática y laica como la nuestra. El señor
Benaisa censuró duramente la utilización de cualquier tipo
de perfumes, tildando de “prostituta” a cualquier mujer
musulmana que así lo hiciera. Así mismo, recordó la
prohibición de utilizar el tacón de aguja, cualquier técnica
depilatoria de cejas o la utilización de prendas de vestir
que muestren la silueta femenina.
Unas afirmaciones ratificadas públicamente a través de su
propia cuenta en Facebook y apoyadas por la coalición
localista Caballas. La misma formación que se vanagloria de
defender los derechos de todas las mujeres sin excepción
alguna. Un discurso contradictorio con el apoyo a unas
afirmaciones que atentan directamente contra los derechos de
aquellas mujeres musulmanas que libremente utilizan
perfumes, tacones de aguja, técnicas depilatorias o prendas
de vestir que muestran su figura. Por cierto, anhelo conocer
los pensamientos al respecto de la diputada localista,
Fátima Ahmed, defensora de los derechos de la mujer.
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