“Lo que dice el Corán es que el musulmán, sea hombre o
mujer, debe ir arreglado, todo lo que sea salir de ahí son
polémicas y cosas raras que generan malestar y querer
buscarle tres pies al gato“. De esta manera se expresaba
ayer el presidente de la Asociación benéfica Luna Blanca,
Mustafa Abdelkader, en relación con las manifestaciones de
Malik Ibn Benaisa, quien se define como “estudioso” del
Corán, sobre el aspecto de la mujer musulmana. Según señala
Abdelkader, el Profeta Mohamed insta a sus hermanos a
“destacar como un ornamento, porque Alá no ama lo
desagradable”.
“Lo que dice el Corán es que el musulmán, sea hombre o
mujer, debe ir arreglado, todo lo que sea salir de ahí son
polémicas y cosas raras que generan malestar y querer
buscarle tres pies al gato“. De esta forma respondía ayer el
presidente de la asociación benéfica Luna Blanca, Mustafa
Abdelkader, a las manifestaciones de Malik Ibn Benaisa,
quien se define como “estudioso “ o “experto” en el Corán,
respecto a las mujeres que se perfuman, a las que en un
discurso en la mezquita de Benzú emitido por la televisión
pública de Ceuta (RTVCE), calificó de “fornicadoras”.
También dijo Benaisa que la musulmana no puede “separase los
dientes”, ni depilarse las cejas “salvo el entrecejo”, ni
usar vaqueros ni otra ropa ajustada o tacones de aguja. “Que
Alá maldiga a las mujeres que se hagan tatuajes”, proclamó
el predicador, quien también afirmó que las mujeres
musulmanas “son diamantes y se cubren para tapar su belleza,
que es para su esposo”.
“No habrá cosas que hacer en Ramadán para recurrir a esto”,
se lamenta Abdelkader en relación al hecho de que esta
charla fuera incluida en la “programación” emitida por RTVCE
con motivo de esta festividad.
Para el representante de Luna Blanca, es “evidente” que hay
musulmanes que tienen “otro punto de vista respecto a la
mujer”. Abdelkader cree que “no hay mucha gente en Ceuta que
pueda profundizar en el tema de la mujer musulmana”, pues en
el Islam “está todo bien recogido, entre el Corán y los
dichos del profeta, y de ahí no se puede salir nadie”.
“Luego las interpretaciones cada uno las puede hacer a su
manera, depende de la calidad de la ciencia que pueda
tener”, explica.
En lo que respecta al “arreglo” tanto de hombres como de
mujeres, Abdelkader considera que hay que remitirse a lo que
dijo el Profeta Mohamed. “Cuando estaba viajando con algunos
hermanos de la fe, el Profeta les dijo lo siguiente: si vais
a visitar a vuestros hermanos arreglad vuestras monturas y
aseguraos de vestir bien, para que destaqueis entre la gente
como un ornamento, porque Alá no ama lo desagradable”.
“Resaltar entre la gente”
“Evidentemente, el Profeta considera que tener una
apariencia desarreglada y descuidada y usar ropa y
accesorios desarreglados era una forma de reclusión,
desaprobada, prohibida por el Islam incluso”, concluye, para
agregar que el Islam “estimula a los musulmanes en general y
les estimula a resaltar entre la gente”. A su entender, “la
mujer musulmana es estimulada a distinguirse por su
apariencia, porque eso se refleja positivamente en ella, en
su marido, en su familia, en sus hijos, en general; la mujer
musulmana no descuida su apariencia, no importa que esté
ocupada con sus quehaceres por ejemplo, ella se preocupa de
lucir bien, porque una buena apariencia es una señal de que
se comprende a sí misma, a su identidad islámica y su misión
en la vida”.
Para concluir, Mustafa Abdelkader señala que la apariencia
externa de una mujer “no puede estar separada de su
naturaleza interna”, y que un exterior “pulcro, arreglado y
limpio refleja un carácter noble y decente”. “La musulmana
inteligente y lista se esfuerza por mantener un equilibrio
entre su apariencia externa y su naturaleza interna”,
resume.
|