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La agria polémica que ha desatado
la conferencia del estudioso del Islám Malik Ibn Benaisa en
RTVCE ha provocado un cruce de acusaciones entre los dos
partidos de la oposición en la Asamblea de la Ciudad. Al
cuestionar el PSOE, a través de su Secretaria de Igualdad un
pronunciamiento del conferenciante musulmán sobre una serie
de comportamientos de la mujer en su religión, ha llevado a
la coalición Caballas a un duro ataque a los socialistas,
pese al sentido progresista que siempre han confesado ambas
formaciones políticas. En el caso de Caballas, en este caso
ha querido desmarcarse de sus pronunciamientos aperturistas
y evolucionados con la modernidad, comportamiento que en
algún ámbito se ha apreciado como una fórmula electoralista
para defender los votos de un sector de la población que le
es afín a nivel de urnas. No se entiende el ataque furibundo
de Caballas al PSOE, cuando los socialistas solo han hecho
valer su defensa a ultranza por los derechos de la mujer con
un sentido democrático y progresista que, evidentemente,
colisiona con el pronunciamiento de Malik Ibn Benaisa en sus
reflexiones.
Por otro lado, la postura del Partido Popular en este
asunto, un tanto ambigüa, intentando navegar sin
contundencia, es también un síntoma de que quiere quedar
bien sin comprometerse en exceso, aunque eso sí, guardándose
de esgrimir valores constitucionales y de igualdad, que es
lo que se entiende por políticamente correcto. No es
entendible tampoco, desde un punto de vista mediático, que
la televisión pública haya sido el emisor de un mensaje que
ha desatado la polémica incendiaria. RTVCE no debió emitir
esas declaraciones. Han fallado los controles y el Gobierno
debería dejarse de ambigüedades y pedir disculpas de forma
clara y contundente.
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OPINIÓN / EDITORIAL
