El número de denuncias en las playas por consumo de
sustancias estupefacientes se ha reducido de forma “notable”
en relación al año pasado. El superintendente jefe de la
Policía Local, Ángel Gómez, destacaba ayer que el motivo es
que algunos ciudadanos “se han dado cuenta ya de la
presencia de los policías”. También, añade, se han
registrado “pocos” partes por robos o hurtos y la mayoría se
redactan por venta ambulante. El servicio de playas está
‘fijo’ en Ribera, Chorrillo y Benítez.
El superintendente jefe de la Policía Local, Ángel Gómez, se
congratuló ayer de la “notable” reducción de denuncias por
consumo de sustancias estupefacientes realizadas por sus
agentes en las playas.
El motivo, señala Gómez, puede ser que algunos ciudadanos
“se han dado cuenta ya de la presencia de los policías y el
número se ha reducido de forma considerable con respecto al
pasado año”.
También se han registrado “pocas” denuncias por robos o
hurtos y la mayoría de los partes que redactan los agentes
que prestan el servicio en las zonas costeras es por venta
ambulante, tal y como informaba EL PUEBLO en su edición del
pasado día 17 de junio y después de que se iniciara el
servicio el día 1.
A pesar de que a principios de este mes se preveía un
‘repunte’ en el número de denuncias, pero Gómez se muestra
satisfecho de que el trabajo policial esté “dando frutos”.
Tal y como señalaban el 17 de junio desde el Cuerpo
Municipal el objetivo es “cumplir con las ordenanzas
municipales, por ejemplo, evitar que haya animales sueltos,
que se produzcan hurtos, peleas, gente jugando a la pelota,
etc.”.
La Policía Local también se encarga de la redacción de
partes en el caso de que se produzca la rotura del
mobiliario de las playas, como puede ser un “váter roto”.
El servicio especial de playas cuenta con un total de doce
agentes y un subinspector, en horario de 11.00 a 19.00
horas. Los policías llevan a cabo un servicio “fijo”- dos en
cada turno- durante todos los días de la semana en las
playas de la Ribera, Benítez y Chorrillo, las de “mayor
afluencia”, mientras que en el resto de zonas costeras se
trasladan con un patrullla para “controlar que no haya
ningún problema”. Y es que, comentaban entonces desde el
Cuerpo Municipal, estas tres primeras playas son las “más
concurridas”, pero insistían en que estos controles se ponen
en marcha de forma “exhaustiva” tanto en el Tarajal, como en
Calamocarro, Miramar o Benzú.
Por otra parte, se prevé que los agentes, según informaba el
ya exportavoz del Ejecutivo local, Guillermo Martínez, en
una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno,
presten este servicio hasta finalizar la primera quincena
del mes de septiembre, cuando la afluencia a las costas
ceutíes es menor que en junio, julio y agosto.
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