LUNES 15.
Me vuelven a hablar del “caso Urbaser”. Y no es precisamente
para darme ánimos acerca de que el asunto vaya a ser
investigado como merece el pago indebido de camiones ya
amortizados por valor de 14 millones de euros. Sino todo lo
contrario. Me ponen al tanto de cómo montones de papeles
referentes a una operación tenida por posible caso de
corrupción, se están muriendo de risa en un lugar del
edificio de la Policía Nacional. Sito en la plaza de Colón.
Y es así, según me cuenta mi confidente, porque alguien ha
dado la orden de no ir más allá en ese tema. No vaya a ser
que se descubra lo que no es conveniente y se arme la de
Dios es Cristo. Lo cual no deja de ser una noticia funesta
para cuantos arden en deseos de conocer qué sucedió con los
pagos indebidos a Urbaser por camiones ya amortizados. No en
vano dichos pagos fueron motivo de escándalo político
durante muchos días. Lo cual, si duda alguna, propició la
dimisión del concejal de Economía y Hacienda, así como
portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez.
Martes. 16
Coincido con Ramón Ruiz en ‘El Mentidero’ y me dice
que ha estado preguntando por mí un matrimonio: se trata de
Marián Hernández y Jesús Cordero. Ceutíes
afincados fuera de Ceuta pero que aprovechan cualquier
momento para darse una vuelta por su tierra. Con ambos hice
amistad nada más arribar a esta ciudad. Hace la friolera de
31 años. Una hora más tarde, al fin, me hallan en un
establecimiento en el cual suelo yo alternar los martes. Y a
partir de ese momento las historias pasadas salen a relucir
y la risa se convierte en la protagonista. Jesús Cordero
sigue siendo un gran contador de anécdotas y además da gusto
verle actuar. Porque cuenta las cosas, no todas, la verdad
sea dicha, como él las recuerda y no como fueron. Que es
como hay que hacerlo. Eso sí, JC consiguió alegrarle la vida
a Luis Parrilla y Ramón Ruiz, a Francisco Martínez
Racero y a quien escribe. Encuentros así, a la hora del
aperitivo, ayudan a soportar el vivir en una época que está
saturada de malas noticias y, sobre todo, de políticos que
nos han metido en el callejón de las dudas y la confusión.
Miércoles. 17
Los periódicos nos cuentan que Manuel Carlos Blasco,
no hablo de ningún actor de telenovela venezolana, sino del
viceconsejero de Hacienda y Recursos Humanos, dejará su
cargo en cuanto el verano toque a su fin. El cargo y hasta
el acta de diputado. Con lo cual se puede decir que seguirá
los pasos de su compañero Guillermo Martínez; quien
fue consejero de Economía y Hacienda. La información airea
que MCB quería continuar siendo diputado, pero que le han
dicho que nones. Me imagino que la negativa se la habrá dado
nuestro alcalde. El cual, como es habitual en él, cuando usa
a una persona termina dándole la boleta de manera poco
airosa. Es lo que tiene ser un segundón en la política, que,
además de ser usado a discreción, se le enseña la puerta de
salida cuando las circunstancias lo exigen. Y firmar
facturas de Urbaser no es moco de pavo. Dado lo que hemos
ido conociendo, gracias a las denuncias de José Antonio
Carracao, secretario general de los socialistas de
Ceuta, y a lo publicado por ‘El Pueblo de Ceuta’. En vista
de que el comportamiento de Manuel Carlos Blasco con este
periódico no ha sido nunca ni siquiera aceptable, mal haría
uno en decir que lamenta que vaya a salir por la puerta de
atrás de la política. Pues pecar de falso nos cae peor que
un frac.
Jueves. 18
Transito por la arteria más principal de la ciudad y me
encuentro con dos personas con las que siempre me agrada
sobremanera charlar. Son Lorenzo Linares y Ramón Cutillas.
En esta ocasión, van acompañados de Dorleta; que así se
llama la hija de RC. Sí; Dorleta es la patrona de los
ciclistas. Me dice ella cuando le pregunto al respecto.
Linares y Cutillas son lectores de este periódico y además
lectores de quien escribe. No se cortan lo más mínimo en
decir que lo primero que hacen cada mañana es leerme. Y
quienes se molesten ya saben la fórmula para desenfadarse:
ajo y agua. Que no están los tiempos para andarse con
tiquismiquis. Son tiempos recios los que vivimos y, por
tanto, más dados que nunca a que los miserables sean más
miserables. Confieso que, a medida que vamos paseando,
nuestra conversación se va animando y llega un instante en
el cual nos da hasta la risa. Que es la mejor manera de
combatir lo que no deja de ser un drama: la actualidad
española en todos los sentidos. Drama económico, social,
político, moral, mediático, etcétera. Y, como me llevaría
mucho tiempo y espacio resumir lo hablado, sólo diré que
ojalá halle a Lorenzo y Cutillas, cada dos por tres. Ah, De
Dorleta diré que, debido a que era la primera vez que
coincidíamos, fue concisa en su decir. Aunque en su rostro
se reflejaban las impresiones que le iban produciendo los
pareces emitidos. Habrá tiempo de volver a hablar con ella.
Pues me pareció una mujer con la cual pegar la hebra ha de
ser más que interesante.
Viernes. 19
Ayer se me presentó la ocasión de intercambiar impresiones
con el Jefe de Gabinete de la Delegación del Gobierno,
Francisco Verdú. Y, como en otras ocasiones, debo decir
que es persona agradable y afable, sin proponérselo. Lo cual
permite que uno departa con él con cierta tranquilidad. FV
volvió a recordarme que le debo una visita. Ya que nunca he
puesto los pies en el edificio de la plaza de los Reyes
desde que Francisco Antonio González tomó posesión de
su cargo. Y le he respondido lo que debía. Que yo no suelo
ir a ningún sitio donde no crean conveniente recibirme. Tras
mi contestación, FV y yo hemos seguido charlando de
cuestiones varias. Conversación que interrumpimos ante la
llegada de Pepe Torrado. Que también formaba parte de
la mesa en la que estaba sentado mi estimado Verdú. La
interrupción, no sean mal pensados, fue motivada por los
saludos de rigor que yo le dispensé a la Autoridad
Portuaria. En fin, que día llegará en el cual Francisco
Verdú y yo hablemos con más tiempo y en sitio adecuado.
Seguro que sí.
Sábado. 20
Me llama Pepe Calzado desde El Puerto de Santa María.
A esa hora vaga de mediodía. PC fue jugador de fútbol,
nacido en la Mancha y que pronto destacó en el Manchego;
equipo de Ciudad Real. Me lo recomendó Ventura Mártinez,
magnífico jugador del Valladolid y del Xerez, extraordinario
entrenador y persona de la que pude aprender comportamientos
que nunca se olvidan. Algún día tendré que hacerle una
columna. A Calzado lo entrené yo en el Portuense y, a su
debido tiempo, lo recomendé a los directivos de la
Agrupación Deportiva Ceuta. Lo que también hice con Ángel
y Pedro Barrientos. PC se quedó a vivir en mi pueblo
de nacimiento y me sigue teniendo ley. Como muchos otros
futbolistas. Y, cado dos por tres, se interesa por mí y ya
aprovecha para conversar conmigo a rienda suelta. Es
curioso, Calzado fue de los futbolistas que más veces hubo
de soportar mis reprimendas. Y suele decirme, cuando no
media ya interés alguno entre nosotros, que mis
amonestaciones le han valido muchísimo para afrontar
problemas. Y a mí, cuando le oigo, me puede cierta vanidad.
De la que no deseo privarme. Para que me ayude a no ser un
resentido en lo que me quede de vida.
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