El último episodio ocurrido con el
tiroteo y muerte que tuvo lugar en pleno centro, en el Paseo
de la Marina Española, de Mustafa Ahmed Abdeselam, conocido
como “Tafa Sodia” ha supuesto el más reciente homicidio de
las bandas criminales de la ciudad bajo el formato de
“ajuste de cuentas” para saldar “cuentas pendientes” y que
ha encontrado una rápida respuesta policial con la detención
de un sospechoso como uno de los presuntos criminales. Con
anterioridad a este trágico suceso, ya hubo seis tiroteos
desde los últimos días del pasado año con un balance de 7
detenidos.
Las viejas rencillas, las áreas de poder entre las distintas
bandas, el ejercicio indiscriminado de la violencia a tiro
limpio, son un conjunto de elementos que, si bien para el
mundo de la delincuencia organizada, puede suponer algo
cotidiano, la sociedad ceutí, el ciudadano de a pie, no
entiende cómo no se pone coto a esta situación y se acaba de
una vez con el protagonismo de estos individuos que utilizan
la ciudad como si fuera el viejo Far West, cuando Ceuta no
es el “lejano oeste”, ni ésta es una ciudad con historias de
Marcial Lafuente Estefanía, ya que aludimos a la cohesión
social y al espíritu de convivencia pacífica, mientras se
mata a gente a tiros, esta oleada de enfrentamientos armados
origina inseguridad y preocupación en la gente de bien. En
una ciudad en la que presumimos de conocernos todos, ya va
siendo hora que también se conozcan, identifiquen y apresen
a los asesinos y se vigilen de cerca a quienes estén a punto
de serlo por su pertenencia a este tipo de bandas que
resuelven sus diferencias a tiro limpio y, si es necesario,
matando a cualquiera y demostrando que para ellos la vida no
tiene ningún valor.
|