El miércoles 17 de julio comenzó en Ceuta con una muerte
violenta en plena calle, la de Mustafa Ahmed Abdeselam, más
conocido en la ciudad como ‘Tafa Sodia’ y, todavía antes de
amanecer, con la detención de uno de los presuntos autores
del crimen. “Prontitud y rapidez en los resultados”, estas
eran las palabras con las que el delegado del Gobierno
alababa esa misma mañana el trabajo del Cuerpo Nacional de
Policía (CNP). Y, en efecto, la rapidez con que la Policía
dio con uno de los que considera autores materiales de los
disparos que acabaron con la vida de ‘Tafa’ llama la
atención. El detenido, A.M., alias ‘el Rambo’, estaba en su
casa, en la barriada de Juan Carlos I. Al otro presunto
pistolero se le busca desde entonces.
Aún tratándose los protagonistas de este suceso de viejos
conocidos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
los hechos tienen características muy distintas a otros
anteriores. En primer lugar, el escenario es diferente.
Hasta ahora, las noticias sobre tiroteos -más de dos docenas
en los últimos años- y muertes violentas procedían de
barriadas como el Príncipe o Juan Carlos I. La muerte de
‘Tafa Sodia’ se produjo en pleno centro de la ciudad.
Por su parte, la Policía ha demostrado en relación a los
últimos enfrentamientos con arma de fuego, que se
convirtieron en una oleada a comienzos de año, una eficacia
que da como resultado un balance de seis a seis. Desde los
últimos días de 2012 hasta la fecha, y sin contar el
asesinato de Mustafa Ahmed, ha habido seis tiroteos o
ataques armados. El anterior al que acabó con la vida de
‘Tafa’ tuvo lugar el pasado día 2 en la zona de El Morro,
cuando un joven de 27 años, Y.E., recibía un balazo en la
cara. Aunque acusados de todos esos sucesos hay ya seis
detenidos -siete con ‘el Rambo’-, lo cierto es que en ningún
caso los arrestos se produjeron con la celeridad del último,
sino que fueron fruto de investigaciones y búsquedas en
algunos casos de meses.
Respecto a las pruebas existentes para determinar la autoría
de este asesinato poco ha trascendido, dentro de las lógicas
reservas que ha de conllevar una investigación policial
abierta. El relato de los hechos ofrecido por la policía
señala también un ‘modus operandi’ distinto al de casos
anteriores. Nada de un solo atacante a bordo de una moto
conducida por otro, y nada de encapuchados, como sucedió con
el tiroteo del Príncipe ede enero o en los dos de marzo en
Juan Carlos I. En el caso de ‘Tafa Sodia’, la versión
oficial habla de dos pistoleros a pie y a cara descubierta,
en un lugar con testigos presenciales, incluida la esposa de
la víctima, que le acompañaba en su paseo nocturno. Los
asesinos se acercaron a su objetivo también de una forma
inusual, cruzada, uno desde atrás y otro por delante,
siempre según el relato policial.
A este cúmulo de sombras sobre las que la Policía y la
Justicia deberán arrojar la deseada luz se suma la que
representa que uno de los supuestos autores de un crimen de
esta naturaleza pudiera ser localizado en su casa, de la
barriada de Juan Carlos I, sin aparente intención de huir ni
de esconderse y a diferencia de lo ocurrido con la persona a
la que se busca como segundo autor. ‘El Rambo’, que no ha
nombrado un abogado para su defensa y cuenta por tanto con
asistencia de oficio, es descrito por la policía como un
“peligroso delincuente conocido por los servicios
policiales”. Lo que de ‘el Rambo’ ha trascendido a los
medios de comunicación en los últimos años le coloca, a su
vez, como víctima de un atentado. El 24 de mayo de 2010,
A.M. recibía nada menos que ocho impactos de bala en las
piernas, uno de los cuales le rompió el peroné. Fue en el
Príncipe y por un encapuchado que disparó desde un vehículo.
‘Tafa’ no pasó más de una semana en Ceuta a su regreso de un
destierro de cinco años. Parece un crimen muy premeditado.
Los asesinos no respetaron el mes sagrado del Ramadán, pero
‘el Kimbi’, acribillado a balazos en el Príncipe y de cuya
muerte se acusó a ‘Tafa’ como inductor (sin que finalmente
se le condenara por ello) murió igualmente cuando los
musulmanes ceutíes celebraban esta señalada fiesta, el
último día del lejano pero hoy próximo 1999.
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Las ‘bandas’ del Príncipe y un punto de inflexión en la
muerte del ‘Kimbi’
Cinco años pasó ‘Tafa Sodia’
alejado de Ceuta. Apenas llevaba unos días en la ciudad tras
su regreso cuando fue asesinado. La pena que acababa de
cumplir le relaciona con un crimen cometido trece años
atrás, el asesinato del ‘Kimbi’ en el Príncipe, de cuya
autoría intelectual se le acusó sin que finalmente fuera
condenado por ello. De la pena que le impuso la Audiencia
Provincial en 2006, el Supremo sólo ratificó 4 años y 3
meses de cárcel, más cinco años de destierro, por los
delitos de obstrucción a la justicia y coacciones. Junto a
él, fue condenado ‘Abdelilah’, tercera cara visible de lo
que se considera en medios policiales como las ‘bandas’
criminales de la ciudad, enfrentadas a la que representa ‘el
Vasco’, encarado con ‘Tafa’ en multitud de ocasiones en los
juzgados.
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