Los vecinos de la barriada de la Almadraba celebraron
ayer de forma multitudinaria la festividad de su patrona, la
Virgen del Carmen. Durante esta semana la cofradía ha venido
desarrollando el tradicional Quinario desde el martes en el
que tuvieron lugar diferentes actos que constituyeron la
antesala de tan esperada festividad y sobre todo en esta
querida y entrañable barriada de pescadores.
La Almadraba puso ayer el broche de oro a todos los actos
organizados en honor a la Virgen del Carmen con la
tradicional misa y posterior procesión de la imagen por las
zonas aledañas a la Iglesia de la Almadraba.
La jornada comenzó desde muy temprano con un día espléndido
que invitó a muchos ceutíes a acercarse hasta esta
entrañable barriada de pescadores para celebrar con ellos la
onomástica de la Patrona de los marineros.
Durante toda la mañana, la Iglesia de Nuestra Señora del
Carmen permaneció abierta recibiendo la visita de muchos
fieles, mientras los integrantes de la cofradía se afanaban
por terminar de adecentar el pequeños paso en el que
finalmente procesionó.
Entre las personas que acudieron hasta la pequeña iglesia
cabe destacar a Francisco Antonio González Pérez, quien
aseguró que hoy por hoy su estado de salud no le permite
estar presente en ninguna procesión y que no quería perderse
la ocasión de estar frente a la Virgen del Carmen y pedir su
protección para todos los marineros así como para todos los
ceutíes, entregándo a la cofradía dos grandes ramos de
flores.
La procesión de ayer puso el punto y final a una intensa
semana de actos que dio comienzo con el Solemne Quinario que
desde el pasado jueves día 11 y hasta el lunes 15 se vino
celebrando en el ‘Monte Carmelo Ceutí’, tal y como así se
define a la Capilla de la Almadraba, y durante el que se ha
contado con un masivo seguimiento de feligreses.
Este año, los integrantes de la cofradía han querido
resaltar en el cartel anunciador de la solemnidad del Carmen
el epígrafe o subtítulo de “72 años manteniendo una
tradición”, con ello se ha querido reflejar el profundo
seguimiento que tiene esta devoción Mariana en la popular
barriada de la Almadraba y el respeto y reconocimiento, así
como ese fomento y amparo de las costumbres y tradiciones
ceutíes.
Ayer desde muy temprano, prácticamente con las primeras
luces del alba se abrian las puertas de la Capilla para
recibir a los cientos de feligreses que quisieron colaborar
con su ofrenda floral para que la Virgen en su
características andas, en forma de embarcación, fuera con el
excelso ornato que se merece.
Llegaron devotos de la Almadraba, devotos ceutíes de otras
barriadas, y devotos venidos desde la península. No en vano
tal y como reconocía Damián García, durante el Quinario ya
participaron personas que se residen en la península, en
Andujar Jaén, en Estepota, Huelva, en Barcelona capital, en
Rubí, en Mataró, en Puerto Real, en Algeciras y en otros
tantos lugares que “en el día de hoy quieren peregrinar a
ese Monte Carmelo Ceutí como le digo que así consideramos a
la Capilla de la Almadraba”.
Poquito a poco ayer se transformó la fisonomía de la
Almadraba, se comenzó a restringir la entrada de vehículos a
la playa para poder preparar la Eucaristía que se celebró en
la misma por la tarde, se colocaron 300 sillas, se levantó
un altar provisional donde diferentes presbíteros,
sacerdotes y diáconos, concelebraron en la Eucaristía. La
empresa concesionaria de la limpieza se volcó con efectivos
para que todo reluciera como se merece.
Así pues, a las 19:45 horas se abrían de nuevo las puertas
de la Capilla, y al son del Himno Nacional tocado por la
Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra
Señora de La Amargura, saldrá el paso de la Virgen
comenzando así la procesión, siendo llevada por porteadores
jóvenes y veteranos que no quieren jubilarse y soltar el
palo mientras puedan con él, mientras las primeras
autoridades del protocolo de la Ciudad, y representantes de
otros estamentos hicieron acto de presencia con el fin de
arropar a la cofradía.
La imagen fue trasladada hasta la playa adyacente y allí se
ofició la Sagrada Eucaristía. El Coro de la Hermandad del
Rocío participó de todos los cantos litúrgicos, a
continuación tuvo lugar el acto emotivo de la bendición del
agua, introduciéndose la imagen del Carmen en el agua,
rezándose por aquellos que han fallecido en el mar, siendo
uno de los momentos más emotivos porque se vio cómo las
embarcaciones pesqueras, deportivas y recreativas, e incluso
de la Guardia Civil del Mar y de la Cruz Roja, se acercaron
y rodearon el paso de la Virgen y cómo las lágrimas derraman
por las mejillas de prácticamente la totalidad de los
presentes.
Y así una vez que la imagen salía del agua comenzaba la
procesión terrestre por las barriadas, por las propias de la
Almadraba, Villa Aurora, 12 de Diciembre, Miramar y Juan
XXIII, y sobre las 23.30 horas, como ya es costumbre fijada,
volvía la imagen a la Capilla no sin antes haber bendecido a
toda la Almadraba y a los presentes.
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