La Memoria Ambiental del proyecto del Plan Hidrológico de
Ceuta -con cinco alegaciones incluidas en el texto añadidas
tras el periodo de exposición pública- recoge los “objetivos
ambientales” en las masas de agua y los plazos de estas
actuaciones. Así, la propuesta del proyecto de PHC prevé
que, “tras su aplicación, de las tres masas de agua
superficial, dos alcanzarán el objetivo de buen estado en
2015, mientras que una, la correspondiente a las aguas del
puerto, no”. Para ello “se establece una prórroga hasta
2021, ya que “en la masa de agua costera del puerto de
Ceuta, actualmente se están desarrollando diversas
actuaciones para la mejora de la calidad de las aguas”, como
es el caso de control de vertidos, controles de calidad,
gestión de residuos, etc.
Sin embargo, la CHG prevé que los “efectos” de estas medidas
“no se hagan notar de manera señalada para 2015 en el estado
de las comunidades biológicas que se asientan en la masa del
puerto”. Además, dado que la evaluación de estado realizada
sobre las masas es “provisional, a falta del establecimiento
de valores de referencia y de la homogeneización y
adaptación de las redes de control, se ha definido esta
prórroga”.
“Deterioro” de las aguas
Además de esta ampliación de periodo para las aguas del
puerto, la CHG incluye que en el deterioro temporal de las
masas de agua “se podrá admitir el deterioro temporal de las
masas si éste se debe a causas naturales excepcionales o de
fuerza mayor” -como podrían ser sequías prolongadas, graves
inundaciones o accidentes-.
Por otro lado, durante el periodo de vigencia del Plan
Hidrológico, “podrán admitirse nuevas modificaciones de las
características físicas de una masa de agua superficial o
alteraciones del nivel de la masa de agua subterránea, aun
cuando se produjera el deterioro del estado de una masa de
agua o incluso la no consecución del buen estado, o en su
caso, buen potencial, siempre y cuando se cumplan las
condiciones de la Directiva 2000/60/CE”.
Una de las masas “susceptibles” de verse afectadas de
modificación en sus características sería la del puerto de
Ceuta, a causa de la “ampliación prevista”. “Se trata de una
obra de interés público en la que se deben tomar todas las
medidas factibles para paliar los efectos adversos en el
estado de la masa de agua no siendo viable una opción
medioambiental significativamente mejor para obtener los
beneficios socioeconómicos que la actuación va a
proporcionar a la Ciudad”.
Así, las actuaciones “deberán someterse al procedimiento de
evaluación de impacto ambiental”.
Por otra parte, la Memoria habla de las “actuaciones en
espacios protegidos”, en los cuales se deberá “garantizar el
cumplimiento de la normativa ambiental específica
correspondiente”.
Abastecimiento urbano
En relación a la “demanda de abastecimiento”, “hoy en día,
la ciudad de Ceuta se abastece en torno a un 20% desde los
embalses y aguas subterráneas, proviniendo el 80% restante
de la planta desalinizadora de agua de mar”. Además de la
escasez de recursos naturales para el abastecimiento urbano,
se estima que en el año 2011 “existían unas pérdidas en
torno al 48%. Tras el proceso de consulta pública, se ha
procedido a revisar y corregir los valores de consumos y
demandas de este abastecimiento dadas las discrepancias
detectadas”.
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