Hace unos días, un buen amigo muy
preocupado por todo lo convulso que nos rodea, oprime,
reprime y hostiga; me remitió por e-mail la siguiente
fábula, la que copiada dice así: “Había una vez un rey que
quería ir de pesca. Llamó a su pronosticador del tiempo y le
preguntó el estado del mismo para las próximas horas. Éste
lo tranquilizó diciéndole que podía ir tranquilo porque no
llovería.
Como la novia del monarca vivía cerca de donde éste iría, se
vistió con sus mejores galas. Ya en camino se encontró con
un campesino montado en su burro quien al ver al rey le
dijo: -Señor es mejor que vuelva porque va a llover
muchísimo-.
El rey pensó: -¡Qué sabrá este tipo sobre el tiempo!, si
tengo un especialista muy bien pagado que me dijo lo
contrario. Mejor sigo adelante-. Y así hizo…, por supuesto,
llovió torrencialmente.
El rey se empapó y la novia se rió de él al verlo en ese
estado.
Furioso volvió a palacio y despidió a su empleado. Mandó
llamar al campesino y le ofreció el puesto, pero éste le
dijo: -Señor, yo no entiendo nada de eso, pero si las orejas
de mi borrico están caídas, quiere decir que lloverá-. El
rey contrató al burro y así comenzó la costumbre de
contratar burros como asesores. Y desde entonces ocupan los
puestos mejores remunerados en el Gobierno”.
Estimado lector, una vez que leí esta fábula, como usted lo
acaba de hacer en estos momentos. Le respondí a mi amigo que
la utilizaría como columna vertebral de una de mis tribunas.
Viniéndome la misma que ni pintada por mis pinceles al óleo
sobre lienzo. Lo mismo que el anillo de un condón, al dedo
duro de un semental, para ser usado en locales de lucecitas.
Y es así, porque, hace unos días, los asesores de la casa de
un rey, los que supongo que percibirán una cuantiosa
remuneración económica y otras presuntas dádivas, regalos,
atenciones o agasajos por los servicios prestados a su
señor. Tras varios meses resolvieron un asunto de sumo
interés económico para su amo, así como para la ciudadanía.
Yéndose presuntamente eso asesores por los Cerros de Úbeda.
Al presuntamente decir que “el albacea, ya fallecido,
pagaría los impuestos relativos a la herencia recibida por
el monarca. Pero que no lo pueden demostrar documentalmente,
al no existir en esa casa real, constancia documental que
acredite haberse hecho efectivo los pagos, de los impuestos
relativos a la herencia que recibió el monarca de su padre”.
Ese asunto no quedó ahí, porque la susodicha ‘manteca’
recibida de herencia por el monarca fue, al parecer,
depositada en cuentas bancarias del paraíso fiscal de Suiza.
Y según han declarado los asesores citados, la utilizó el
monarca para pagar “deudas y obligaciones de sus padres”, no
quedándole ni un real.
Al ser servidor muy crédulo, va rigurosamente a misa y si es
preciso protegido bajo palio, lo que dicen esos asesores,
relativo a lo que hizo su rey con el dinero que tenía
depositado en Suiza. Celebrándolo desnudo y descalzo
haciendo el pino en una piscina de tres metros de
profundidad, al no dar crédito de todo lo que se ha escrito
sobre ese asunto que no es una fábula, sino la presunta
realidad del actual Rey de España.
Y si el Rey de España montara un circo en el siglo que nos
encontramos le crecerían, aún más, los saltimbanquis,
bufones y titiriteros. Ya que, además, presuntamente por
error, a su hija en la delegación estatal de Hacienda, le
asignaron una docena de fincas. Las que, al parecer, no eran
de su propiedad. Liándose parda de nuevo por esos y otros
asuntos que salpican negativamente a esta monarquía impuesta
en España por un dictador absolutista.
Pero, menos mal, que este Rey reina pero no gobierna a
España. Siendo responsable de sus hechos los que refrendan
sus actos. No creyendo que se pierda otra vez por Botsuana,
para matar elefantes junto a su presunta asesora la rubia
Corinna.
Asesores los tienen los partidos políticos a espuertas. Y el
PP con los recortes ejecutados y con las reformas de las
pensiones que tiene previsto llevar a cabo en los próximos
meses, tiene aterrados y acongojados a los jubilados y
pensionistas de este país, así como al resto de los que
están próximos a alcanzar esa situación, tras toda una vida
cotizando religiosamente acorde a las leyes vigentes.
Y para lavarse las manos, el retrógrado actual Gobierno del
PP, del embustero y falso Mariano Rajoy, de entre otras
reformas la fiscal y la de las pensiones, totalmente
contrarias a lo que prometió el PP en su campaña electoral.
Crean consejos de expertos afín a sus siglas, para que
dictamen en un plazo de tiempo, lo que el capitalismo le ha
exigido a Rajoy que haga, a pesar de que dichas resoluciones
sean viles atentados contra la dignidad humana, y contra los
derechos más fundamentales de los trabajadores.
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