Ningún cliente de Ceuta de Bankia ha podido recuperar el
100 por ciento de su inversión en preferentes o deuda
subordinada gracias al arbitraje. Según datos recabados por
EFE, en la Ciudad Autónoma se han solicitado ya 327
arbitrajes. El procedimiento arbitral es gratuito y no
requiere la asistencia de abogado, ni procurador, y es
alternativo a la vía judicial.
En el conjunto del país, casi 3.000 clientes de Bankia han
recuperado el 100 % de su inversión en preferentes o deuda
subordinada gracias al arbitraje, y de ellos, el 70 % se
concentra en Madrid y la Comunidad Valenciana.
Sólo en estas dos regiones Bankia ha devuelto a más de 2.000
clientes todo lo invertido en preferentes o subordinadas
después de que un árbitro haya determinado, por el perfil
del ahorrador, que este tipo de productos “híbridos” se les
vendió erróneamente.
En Madrid son ya 1.344 clientes los que han recuperado su
dinero y en la Comunidad Valenciana, 748 repartidos 395 en
Valencia, 193 en Castellón y 160 en Alicante. A continuación
figuran Castilla-La Mancha, donde Bankia ha resarcido a 294
clientes; Cataluña, con 229; y Andalucía, con 97. Con cifras
más modestas, aunque cada día se aprueban más laudos, están
Castilla y León (90), Galicia (51), Aragón (26), Cantabria
(23), Asturias (16). Por debajo de estas regiones quedan
Canarias (8), Extremadura (8), Navarra (2), La Rioja (3) o
Murcia (1).
Hasta el pasado jueves, los clientes de la entidad fruto de
la fusión de Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias,
Caixa Laietana, y las de Ávila, Segovia y La Rioja habían
presentado 217.160 peticiones de arbitraje, un proceso que
comenzó el pasado 18 de abril y finalizará el próximo lunes
15 de julio.
La mayoría de las peticiones de arbitraje se concentran en
la Comunidad Valenciana (72.845), Madrid (71.616) y Cataluña
(23.301). Además, y hay 1.629 solicitudes que no están
asignadas a ninguna comunidad autónoma concreta.
El procedimiento arbitral es gratuito y no requiere la
asistencia de abogado, ni procurador, y es alternativo a la
vía judicial. A través del mismo, según explicaba Bankia en
su momento, se pueden atender y resolver reclamaciones
basadas en defectos de comercialización de un determinado
producto o servicio.
La entidad ha gestionado desde sus oficinas todas las
solicitudes presentadas por los clientes y las ha ido
remitiendo a KPMG, como gestor independiente, para que
elabore un informe valorando la solicitud.
El informe de la consultora KPMG determina la cuantía máxima
a devolver y, posteriormente, la oficina de Bankia contacta
con el cliente para comunicarle el resultado y que éste
pueda decidir si quiere o no continuar con el proceso
arbitral.
En el caso de que el cliente no quiera seguir el arbitraje,
podrá renunciar al mismo, sin que se le cierren otras
posibilidades, lo que le deja la puerta abierta a acudir a
la vía judicial.
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