Debo agradecer al “Califa” de
Ceuta sus últimas declaraciones, pues me han permitido
redactar algunas reflexiones al respecto. Si el pasado lunes
centré mi artículo en las acusaciones vertidas por el
portavoz localista contra los medios de comunicación, en
esta ocasión me referiré a sus afirmaciones respecto a la
gestión desarrollada al frente de la concejalía de Economía
y Hacienda durante ese periodo de tiempo. Según nuestro
protagonista una labor eficaz y transparente, que permitió
al nuevo equipo entrante subirse sus retribuciones.
Pues bien, según las informaciones extraídas de las
hemerotecas así como, de las afirmaciones de quien le
sucediera en el cargo, nuestro protagonista obvia
premeditadamente como le crecieron los impagos al
Ayuntamiento. Podríamos relacionar una lista interminable de
acreedores pero, los resumiremos en dos; la Empresa de
Alumbrado Eléctrico a quien se le debía setenta millones de
las antiguas pesetas y la Compañía Telefónica Nacional de
España, a quien se le adeudaban alrededor de 15 millones de
esas mismas pesetas. Una corporación local, que incluso fue
apercibida por un Ministerio de Hacienda preocupado por una
tasa de endeudamiento que superaba el límite establecido por
el Gobierno de España.
Informaciones que demuestran la falsedad de unas
declaraciones alejadas totalmente de las utilizadas por la
institución responsable de la fiscalización de las cuentas
públicas, el Ministerio de Economía y Hacienda. El socio
político de Mohamed Alí, portavoz de la coalición, mintió
deliberadamente a quienes asistieron al acto organizado por
Jóvenes Caballas, a quienes permitieron su regreso a la
política activa. En definitiva, el “Califa” de Ceuta
demuestra, una vez más, que carece totalmente de
credibilidad ante una ciudadanía que le retiró hace años su
confianza. ¿A quién pretende mentir?
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