“Silencio. Hoy el Salón de Actos es un templo, donde tenemos
a un dios creador”. Palabras como estas se dijeron ayer en
el Palacio Autonómico sobre la figura de Mario Vargas Llosa.
El escritor participó en una charla coloquio en la que, más
que preguntas, se lanzaron largas alabanzas. De hecho, el
público sólo pudo intervenir en dos ocasiones.
Cuando disponía de turno de palabra, Vargas Llosa habló del
oficio de escritor. Pero también entró en temas políticos.
“Los países pueden elegir si quieren ser pobres o ricos,
libres o esclavos; si antes estaban condenados al fracaso,
hoy no”, defendió el Premio Nobel.
El escritor se mostró convencido de que “España saldrá de la
crisis” y lamentó que es un país en el que se han “cometido
errores” que “pagan quienes no los cometieron”. Lamentó en
ese sentido que España haya “olvidado” que “pasó a la
democracia y a la libertad” en un proceso que el escritor
describió como “prácticamente sin traumas”.
El escritor también habló de cultura y acusó a los medios de
comunicación de haberla “banalizado”, en una sociedad “en la
que no se inculca la importancia del libro”. “Un pueblo
inculto es más fácil de manipular que uno en el que la
cultura mantiene vivo el espíritu crítico”, defendió el
autor. La charla duró una hora y el público, incluso de pie
porque no había suficiente sitio, se mostró muy efusivo.
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