El escritor Mario Vargas Llosa llegó ayer a Ceuta, donde
hoy está previsto que reciba el Premio Convivencia. El
autor, que destacó el “ejemplo” de la ciudad, aún no sabe
qué hará con los 30.000 euros con los que está dotado este
galardón. Acompañado del ejecutivo local y de Caballas,
Vargas Llosa fue el encargado de encender las luces del
Ramadán.
Por primera vez en su vida, el escritor Mario Vargas Llosa
pisaba ayer suelo ceutí. “Ceuta parece más una ciudad
literaria que una ciudad de la vida real”, apuntó el
escritor, quien pese a reconocer que “apenas” llevaba “unas
pocas horas” en Ceuta, dijo que consideraba que la ciudad es
“un ejemplo” en “convivencia”. Una convivencia “en la
tolerancia y la amistad” que deseó “se perpetúe por el mundo
entero”.
El motivo de la visita del escritor a Ceuta es que está
previsto que hoy reciba el Premio Convivencia. “Fue una gran
sorpresa recibir este premio”, apuntó. Este galardón se
concede a las personas o instituciones que “han contribuido
de manera relevante a las relaciones humanas, fomentando
valores de justicia, fraternidad, libertad, acceso a la
cultura e igualdad entre los hombres”. Vargas Llosa, a
preguntas de EL PUEBLO sobre qué considera que ha hecho él
por la convivencia para recibir este premio, contestó: “Creo
que la convivencia es una manifestación de la civilización.
Nada es tan indispensable en nuestra época como saber
coexistir en la diversidad religiosa, cultural y social”.
El premio, en su XIV edición, va acompañado de 30.000 euros,
un dinero con el que Vargas Llosa aún no ha decidido qué
hará, ya que cree “prematuro” pensarlo. “No he recibido
todavía el premio, así que es un poco prematuro empezar a
planear con un premio que aún no he recibido”, aseveró el
escritor, quien aseguró sentirse “muy agradecido” a Ceuta.
“No sólo por honrarme con este premio sino por todas las
manifestaciones de cariño y amistad que he recibido”, matizó
el Nobel de literatura, que destacó “la hospitalidad” de los
ceutíes y “el calor y la amistad” con el que fue recibido.
Ramadán
Además de participar en una charla-coloquio, Vargas Llosa se
encargó de pulsar el botón que encendía las luces del
Ramadán, que comienza hoy. Lo hizo tras visitar la mezquita
de ‘Mulay El Mehdi’, acompañado del Gobierno de la Ciudad y
de Juan Luis Aróstegui y Mohamed Alí, diputados de Caballas,
así como del presidente de la FPAV, José Ramos, que fue
quien propuso a Vargas Llosa para el Premio.
Vivas, durante el acto, felicitó a “la querida comunidad
musulmana” y defendió un mes para “el recogimiento”, en el
que “estimular el contacto con la familia”, además de ser
“cada uno consigo mismo, y con la sociedad, un poco mejor”.
El PSOE, aunque no acudió -tampoco el delegado del
Gobierno-, felicitó también a la comunidad musulmana en “una
fecha señalada en la que toda la ciudad se verá contagiada
de este periodo, en el que se resaltan, sobre todo, los
valores de solidaridad, caridad y entrega a los demás”.
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