Las bodas, los bautizos y las
comuniones, y por extensión los cumpleaños, pero estos como
eso de apagar las velas, es más friki... lo que ensalza los
lazos de unión y que confirma que una amistad consagrada, es
que te inviten a los tres eventos magnos de la vida, porque
si vas al sepelio, si el protagonista va dentro del cajón,
ni se entera, o a buen seguro, que si la palma y no te
invitó a este tridente, puedes justificar el pataleo
diciendo, ¡ ahora que vayan los que invitaste ! ....
Hace ya la tira de años que no me invitan a tales
celebraciones y creo que hasta huyo de las mismas, o soy
prescindible, o como me dijo un familiar, no te invitan
porque no estás en la línea sucesoria... digamos que se
casaba una generación que abarcaba los treinta años, digamos
así y que estaban de mi circulo de amistades, pero por esa
regla de tres bien podría asistir a echarle el agua al niño
y como los hijos recibían la hostia, bien dada para que
tomaran el Cuerpo de Cristo, Amén...
Hace años fué como una bofetada sin mano, o algo parecido y
no se valoró la proximidad geográfica, en una palabra que
eramos vecinos... Uno se puso a preparar la lista de boda de
su hjio, era como confeccionar las listas de las elecciones
municipales, pon este aqui, mete este por alli, y los
currantes que falten, que esos son regalo seguro, diría bien
el hombre.
Llegó el dia de la ceremonia, la boda, el banquete, el
convite, las invitaciones que fueron cursadas y todos los
allegados a la ceremonia, me di cuenta, que me había caido
del folio, que no estaba entre los invitados, y me decía,
con el por culo que me ha dado este como vecino, mira las
pinzas del coche, mira la llave tuerca, mira que no veo la
tele, mira que se me ha ido el canal...
Otro que estaba como en las Chafarinas, fue invitado a la
boda, pero a este le tenía un respeto, un miedo, que sólo le
faltó oficiar el matrimonio, yo con mi amabilidad, educación
y simpatía, el colega diría a javi, no lo invites que ni
pincha ni corta.
Hoy lo vi pasar por delante de mi, en el ambulatorio , lugar
de peregrinación obligada para todos los jubilados y por
extensión a los que necesitamos de los cuidados de la
Seguridad Social, he cogido creo tres kilos más de
envergadura, y bulto hacía en la puerta, pero pasó de largo,
y observé que todo el que pasó a continuación por mi vera,
me reconoció aunque llevara gafas de sol.
La vida te demuestra, que hay amigos y compadreos que suben
y bajan como el oleaje estos dias de levante en Ceuta, y
puedo pensar, que me quité un petardo de encima porque a fin
de cuentas, poniendo una balanza, el acudió mas veces a mi,
que yo a el, y mira como me lo agradeció, desagradecido, me
siento feliz de mandarte al carajo sin palabras.
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