La Consejería de Sanidad y Consumo, mediante el Servicio
de Sanidad Ambiental, inició ayer la segunda fase de la
tercera campaña de medición de la calidad del aire que se
realiza en Ceuta. La importancia de estas mediciones radica
en que existen partículas que, en un grado de concentración
alto, están relacionadas con problemas de salud.
La Consejería de Sanidad y Consumo, mediante el Servicio de
Sanidad Ambiental, inició ayer jueves, la segunda fase de la
tercera campaña de medición de la calidad del aire que se
realiza en Ceuta y que, igual que las dos anteriores, se
lleva a cabo en colaboración con el Instituto de Salud
Carlos III.
La primera fase se desarrolló en primavera. Del 18 al 25 de
abril se tomaron muestras en 55 puntos de la ciudad para
conocer el grado de concentración de dióxido de nitrógeno
(NO2) y compuestos orgánicos volátiles (COV) y, entre el 18
de abril y el 2 de mayo, se hizo lo mismo para conocer el
nivel de ozono (O3).
Esta segunda fase es similar pero no igual. Hay una
diferencia sustancial: el cambio de estación. Los análisis
de las muestras tomadas entonces y los de las que se tomen
ahora podrán ser comparados y conocer la evolución. Esto
distingue esta campaña, la tercera, de las dos anteriores.
Además, a la vez que se desarrolla esta segunda fase,
continúa la captación de muestras que comenzó en junio para
conocer la concentración de PM 10 y PM 2,5, que son esas
pequeñas partículas de polvo, cenizas, hollín, metal,
cemento o polen.
Conocer el grado de concentración de todas esas sustancias
es importante cuando se habla de la salud de las personas
por la repercusión que en ella pueden tener niveles altos.
De hecho, existe relación entre deficiencias cardíacas,
respiratorias y cardiovasculares y un grado de concentración
de alguna de esas sustancias por encima de lo que se
considera permisible.
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