La empresa que presta el servicio de limpieza pública
viaria, Trace, probó ayer una nueva máquina fregadora. Se
trata de un vehículo ‘hidro-limpiador’ que emplea agua
caliente a 90 grados de temperatura y puede realizar
limpiezas verticales. La máquina es una de las que Trace ha
de incorporar al servicio en cumplimiento del pliego de
prescripciones técnicas del contrato y a sus responsables
les pareció “idónea”.
La prestataria del servicio de limpieza pública viaria y
gestión de contenedores, Trace, probó ayer en la solería de
la céntrica plaza de La Manzana del Revellín una nueva
máquina que prevé incorporar en breve al servicio.
Tal como explicaron los técnicos, el vehículo es un
‘hidro-limpiador fregadora’ que emplea agua caliente, a 90
grados. Es una máquina destinada a tratamientos
“específicos” que puede utilizarse en modo manual y
automático y también con agua fría. La máquina limpia en
círculos concéntricos y usa detergente. El personal
necesario para su manejo es un conductor más un operario que
puede estar fuera del vehículo trabajando con manguera.
El vehículo probado ayer puede alcanzar una velocidad máxima
de 60 kilómetros por hora y puede dar servicio de limpiezas
verticales, por ejemplo, de carteles.
Por parte de representantes de adjudicataria de la limpieza
se señaló que dentro de lo establecido en el pliego de
condiciones técnicas del contrato se contempla la dotación
de una máquina de estas características y que la que se tuvo
la oportunidad de probar en La Manzana parece la “idónea”.
A la prueba acudió el presidente de la Ciudad, Juan Vivas,
acompañado de uno de los directores generales de la Gerencia
de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE) y de un técnico de
Procesa.
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