Es lo que se le ha dado a la
Selección Española, en la noche del domingo, cuando se
enfrentó a Brasil.
Y la cura de humildad no ha sido sólo a la propia Selección,
sino a todos aquellos que consideraban que la actual
campeona del Mundo iba a ser invencible, de aquí a la
eternidad.
Las cosas, el domingo, ante Brasil, marcharon por el camino
que muy pocos auguraban, pero que no era utópico que fueran,
porque Brasil ha sido campeona del Mundo en cinco ocasiones
y con lo que vimos en esta final a nadie le puede extrañar
que repita el próximo año, otra vez, y en su casa.
En cuanto a España, lo que se ha visto es que el tiempo no
pasa en balde y que lo que era platino hace cuatro años va
camino de convertirse en aluminio, si acaso.
Hay tiempo para enmendar la situación y especialmente cuando
se ha visto que el famoso tiki-taka que dio buenos premios
ya ha sido desmontado y no es tan infalible. Además y que
cada uno mire para donde quiera, hay figuras que lo fueron y
que ahora mismo son únicamente ex, con lo que tendrán que
ser recambiados por mucho peso que tengan en sus clubes y en
la propia Selección y no me estoy refiriendo solamente a
Iker Casillas, hay algunos más a los que les va llegando la
hora de seguir en buen tono en sus clubes, pero ya no son
aptos para una Selección que quiere volver a ser campeona
del Mundo.
Con esta derrota, casi humillante, habrá que hacer borrón y
cuenta nueva, como en su día hizo Luis Aragonés, sin que a
nadie le tiemble el pulso de dejar fuera a exfiguras que ya
han dado todo lo que tenían que dar.
Hace pocos días yo contaba aquí mismo que el fútbol le
estaba dando un respiro a los políticos y ya ha sido mala
suerte, por partida doble, el que precisamente ahora lleguen
los malos resultados cuando el politiquerío está comenzando
las vacaciones y no se podrá comer el marrón que le debe
caer por la situación del país.
Ahora son las vacaciones para casi todos, salvo para los más
de seis millones de parados que, sin proponérselo ellos, los
tienen que soportar, mal que les pese.
El verano, volviendo al fútbol, nos traerá de aquí a mes y
medio, otro campeonato liguero, con muchos cambios, con
fichajes multimillonarios y con los mismos equipos como
máximos aspirantes a todo.
Luego, en septiembre, se irán ultimando parte de los
encuentros que aún quedan para estar fijos en el Mundial de
2014.
Ya son muchos, exactamente diez seguidos, los campeonatos
del Mundo a los que España ha asistido, aunque es bien
cierto que sólo en el último hizo pleno, en muchas otras
incluido el de España hizo el ridículo, y sería bueno que
dejáramos la prepotencia que estamos teniendo últimamente
para volver a Brasil, pensando en ganar, pero pensándolo con
razones muy claras y muy ajustadas a la realidad, no como
hemos ido ahora, con el orgullo por montera y con los
deberes a medias de hacer.
Con todo, lo más curioso de esto es que, todo se ha asumido
como el sorteo de la lotería, volveremos, en este caso a
viajar a Brasil, en la lotería a comprar un nuevo décimo,
por si toca.
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