El supuesto portavoz de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)
ha difundido este fin de semana a través de las redes
sociales un comunicado en el que señala una vez más a Ceuta
y Melilla como ciudades “ocupadas” y arremete contra el rey
de Marruecos como comendador de los creyentes y el Gobierno
de España por el operativo policial que el pasado día 21
supuso la detención de ocho presuntos yihadistas.
El supuesto portavoz de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI),
el ‘sheikh’ Abu Abdul ILah Ahmad al-Jijeli, ha difundido
este fin de semana a través de las redes sociales un
“artículo” en el que una vez más señala a Ceuta y Melilla
como ciudades “ocupadas”.
En el texto, titulado ‘Ceuta y Melilla: los tribunales de la
insquisición se erigen de nuevo contra los musulmanes’, este
líder de la rama magrebí de Al Qaeda afirma que la detención
de los ocho presuntos captadores de yihadistas el pasado día
21 en Ceuta le trae “a la memoria, el dolorso episodio de
los tribunales de la Inquisición y recuerda a los musulmanes
la ocupación de esta ciudad y el sometimiento de estos a su
soberanía”. Además de ello, el ‘sheikh’ asegura que en esta
ciudad se dan “apresamientos, interrogatorios, torturas y
encarcelamientos sin control ni vigilancia”.
En su arenga, el representante de AQMI cita declaraciones
del ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, en
las que hablaba del “peligro que estos terroristas
constituyen para los países europeos y atribuye esta
calificación a “una época de represión y lógica faraónica y
cruzada”.
A continuación, se señala al emir de los creyentes, el rey
de Marruecos, al que acusa de no “estremecerse” ante “la
pérdida de las dos ciudades usurpadas, Ceuta y Melilla, por
no decir Al-Andalus”. “Es más, su fe y responsabilidad como
emir de los creyentes sólo la dedica a permanecer firme y en
coordinación con el ocupante para apresar a sus semejantes y
súbditos”, afima en relación con la colaboración señalada
también por Fernández Díaz entre España, Marruecos, Francia
y Portugal.
Un capítulo lo dedica también a lo que considera el
“silencio” de los medios de comunicación “ante los crímenes
cometidos contra nuestros hijos y hermanos”. Los medios
“deberían transmitir -dice- el mensaje de la verdad”, de la
Umma o musulmana.
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