Y eventualmente en Melilla, todo
se andará si bien tanto la historia (el asentamiento de
España) como la evolución de la población y el proceso de
poblamiento de ambos enclaves norteafricanos, bajo el
pabellón de la bandera roja y gualda, es radicalmente
diferente. Si en las vecinas Tetuán y Tánger los servicios
marroquíes han desarticulado en los últimos años varias
células terroristas, Nador y la región del Rif no han ido a
la zaga. En cualquier caso ambos países vecinos y en lo
fundamental amigos (a la fuerza ahorcan), no acaban de ver
la imperiosa necesidad de sentarse a dialogar a cara de
perro y con las cartas encima de la mesa, con el
consiguiente y descorazonador resultado: España-Marruecos =
0, Islamismo radical = 1. Es lo que hay. Las respectivas
cabezas de huevo de ambos Estados han incurride
sistemáticamente en un craso error, pensando aquello de “el
enemigo de mi enemigo, es mi amigo”. Pues va a ser que no.
Claro que antes otros Estados, como Israel mismamente, han
cometido errores del mismo calado, haciendo por ejemplo la
vista gorda ante el desarrollo de la hidra islamo-terrorista
de Hamás en perjuicio de la Organización de Liberación de
Palestina (OLP). Y ahí están los tétricos resultados. En
Marruecos, mientras el gobierno del Istiqlal (partido de la
Independencia), de raigambre neosalafista, suprimía el
estudio de la filosofía en la enseñanza media y
universidades, el sátrapa Hassán II alentaba el islamismo en
el país en detrimento de la izquierda. La “bomba”
islamista-radical con espoleta de retardo le explotó luego
en la cara a su hijo, el joven soberano Mohamed VI. Solo
desde los curiosos atentados del 16 de mayo de 2003 en
Casablanca, se han desarticulado en Marruecos 112 células
terroristas, deteniéndose a 1256 presuntos “yihadistas” que
estarían preparando al menos treinta atentados. Datos
oficiales, no me los invento. ¿La raíz ideológica de los
terroristas….? El salafismo extremista, amparado en líneas
generales en la corriente jurídico-religiosa del wahabismo
hambalí. Y claro, en la permisividad rampante.
¿Y en Ceuta, siempre Ciudad Querida?; ¿y en su prima-hermana
Melilla?; ¿y en el resto de España….? Algunos cabezas de
huevo metidos a prestidigitadores, no sé si en los despachos
de ambas ciudades presuntamente Autónomas del norte de
África, en la madrileña Cuesta de las Perdices o en el
complejo de la Moncloa (quizás un poco en todos los sitios),
decidieron lanzarse a organizar experimentos sociales
(cuando gentes responsables solo se dedican a ellos con
gaseosa, ¡con gaseosa!). Es un hecho por todos sabido pero
del que no se habla abiertamente y en alto, que Ceuta (y en
menor medida Melilla) ha cambiado… para peor. Además de,
sociológicamente, ser los detenidos por terrorismo yihadista
españoles de segunda generación (es raro, muy raro, que los
musulmanes ceutíes de toda la vida caigan por estos
derroteros), en los últimos quince años la comunidad
musulmana no ha dejado de radicalizarse (como ya saben,
“islamista” no es lo mismo que musulmán), abandonando sus
respetables creencias tradicionales (el sufismo ha sido
acosado y las zauias quemadas o destruídas) para imbuirse de
ideologías islamistas radicales importadas de Oriente Medio
o Pakistán, figurando en la base la perniciosa secta del
Tabligh seguida de otras “escuelas” aun más radicales si
cabe hasta la eclosión del salafismo. Dado que este
escribano no cree en las casualidades, parece oportuno
preguntarse cómo ha sido esto posible, solo explicable por
una vista gorda cuando no amparo y empuje por parte de las
autoridades. La respuesta es fácil: a fin de frenar la
penetración marroquí de tipo nacionalista, algunas cabezas
de huevo han pensado en “fabricar” un “¿Islam a la
española?” favoreciendo sectas como la del Tabligh en la que
sus dirigentes, mientras se infiltran y erosionan los
acuertelamientos (esa es otra) presumen de “españolismo”… Y
estas brillantes cabezas de huevo han pensado que más valía
un islamista radical “español” que un musulmán moderado
“promarroquí”. Ya. Pues ahí están los resultados y a ver
quien es el guapo que le pone ahora el cascabel al gato. A
cada problema su solución: una cosa es el nacionalismo
marroquí y otra la religión. Y no me duele en prendras
decir, al fin y al cabo no es la primera vez, que antes que
mi querida Ceuta acabe convirtiéndose (camino de ello va con
muchas etapas ya hechas) en una ciudad corsario-islamista,
al amparo de la bandera española… prefiero que Ceuta fuera
marroquí. ¿A eso llego?. Pues sí.
Pasados los meses de verano, el líder de la secta islamo-radical
del Tabligh, responsable de la islamización de base de la
ciudad, el extremista Laarbi Maateis (también salpicado por
cierto en el envío de “yihadistas” a Siria, ¿no lo sabían?,
pues se lo cuento) va a tener que sentarse ante los
tribunales para responder de sus graves amenazas al
profesorado del IES “Siete Colinas”. A ver quién le
defiende… y qué alega. De paso, la Fiscalía podría mencionar
las no muy lejanas patadas y agresiones verbales (de hecho
amenazas en toda regla) realizadas por éste peculiar imám de
Kandahar, el tablighi Maateis, en la sede de la asocación Al
Idrissi de la barriada de Hadú. Terrorista no es solo el que
dispara o pone bombas, también (y para mí más aun) es el que
incita, justifica y da cobertura.Y mientras, permítame el
respetable, este escribano del limes se atreve a implicar
como presunto (¿presunto eh?) colaborador indirecto con
banda armada, en el caso que nos ocupa con la presunta
célula terrorista-yihadista parcialmente desarticulada en
Ceuta el pasado 21 de junio… al Honorable Juez al frente del
Juzgado Central nº 2 de la Audiencia Nacional, el ilustre
Ismael Moreno, pues hay que ser ¿imprudente?, ¿cretino?, ¿lelo?
o andar muy apremiado por las vacaciones, para dar el
imprudente paso de levantar el secreto de Sumario en un
operativo antiterrorista que aun está en curso, facilitando
datos a la opinión pública que bien pudiera recibirlos con
las investigaciones ya cerradas y que, con el Sumario al
descubierto, han sido desacreditadas y conocidas por los
afectdos. De nada sirve que algunos escribanos, con lo poco
que sabemos, tasquemos el vuelo de la pluma, para que luego
su ilustre señoría de vía libre el sumario jodiendo la
marrana. Estoy es lo que hay y al que no le guste, ya sabe:
que lo tome en dos veces. Porque hay más, vaya. Visto.
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