Caballas lleva a Pleno una propuesta para reclamar al
Gobierno de la nación el reconocimiento de la Deuda
Histórica contraída con la Autoridad Portuaria de Ceuta,
como consecuencia del desfase producido por la bonificación
de las tasas, cifrada en 35 millones de euros, y que se
plasme en un Plan Urgente de Inversiones en el Puertro.
El mencionado Plan Urgente de Inversiones en el Puerto
trataría de acomodar sus infraestructuras y dotaciones a los
objetivos del Plan estratégico. Caballas entiende que, como
el Puerto es reconocido unánimemente como una
infraestructura estratégica de vital importancia para
nuestra ciudad en todos los órdenes de la vida social. Así
queda reflejado en el documento del Plan Estratégico para el
Desarrollo Económico de Ceuta, aprobado por el Pleno de la
Asamblea, en el que se incluye un capítulo específico bajo
el epígrafe “El Puerto: ordenación, promoción y
especialización”, desarrollado en cinco puntos concretos.
Caballas plantea en su propuesta que la realidad se
encuentra muy alejada de estas lógicas y legítimas
aspiraciones. “El Puerto está condenado -dice Caballas-, en
la actualidad, a desenvolverse en un estado de mera
supervivencia. Así queda de manifiesto en los presupuestos
del año 2013 y en su Plan de Empresa, en el que se incluyen
previsiones hasta el año 2017. El Puerto carece de recursos
económicos -dice Caballas-, para hacer frente a un Plan de
Inversiones que permita abordar los proyectos de
modernización e innovación necesarios para alcanzar un nivel
de competitividad óptimo y la adecuación al escenario
económico esbozado en el Plan estratégico. El Puerto apenas
puede acometer las pequeñas obras de reparación y
conservación -dice Caballas-, destinadas a evitar el
detrioro que produce la actividad cotidiana (alrededor del
millón de euros)”.
Para Caballas “esta es la perversa consecuencia de aplicar
una serie de decisiones políticas, sobre un marco
legislativo en el que las peculiaridades de Ceuta no han
sido convenientemente reconocidas”. Por un lado, la Ley que
regula el funcionamiento de los puertos está inspirada en el
principio de la “autofinanciación”, de modo que cada Puerto
solo puede acometer aquellos gastos e inversiones que pueda
acometer con sus propios ingresos. Y a la vez establece
bonificaciones a las tasas de buques y pasaje.
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