La orden dictada por el Juzgado de
Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, a cargo de su
titular Ismael Moreno es un motivo inquietante por conocerse
la identidad de dos individuos sobre los que pesa una orden
de ingreso inmediato en prisión por sus vinculaciones
terroristas con la red desarticulada en nuestra ciudad hace
una semana. Una operación espectacular y de enorme
trascendencia que, pese a derivar en polémicas de índole
político, lo cierto es que marca un punto de inflexión para
la seguridad de nuestra ciudad y su futuro más inmediato, ya
que a partir de ahora, hemos de estar mucho más alerta y
vigilantes, por las connotaciones que se dan en estas
circunstancias tan especiales.
No puede ponerse sordina ni silenciarse hechos de esta
naturaleza cuya dimensión social y de seguridad son
decisivas. Nunca había estado Ceuta tan en el punto de mira
de un objetivo terrorista como en los últimos tiempos,
momentos en los que se ha venido detectando las identidades
de individuos yihadistas, radicales islámicos, vinculados al
terrorismo de Al Qaeda, surgidos en nuestra ciudad. Un caldo
de cultivo que no puede justificarse por ninguna razón
social sino como consecuencia de la paranoia, barbarie y sin
sentido de quienes tienen como objetivo el terrorismo
asesino, y buscan un móvil que justifique sus sanguinarias
pretensiones para sembrar la masacre.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la
ciudadanía han de extremar ahora más que nunca su
colaboración. Los ojos de los cientos de testigos son las
mejores cámaras de seguridad en una ciudad en la que la
sospecha terrorista es un hecho. Se precisa abrir los ojos,
delatar, impedir en definitiva, que quienes tienen como
objetivos la muerte no lo logren.
|