La XX edición de la Carrera Nocturna de San Juan dejó un mal
sabor de boca a algunos de sus participantes, padres y
entrenadores. Precisamente el entrenador de los cadetes,
Diego García, lamentó la “mala organización” que se vivió
durante la prueba, sobre todo en lo que se refiere a las
carreras de las categorías inferiores.
Si bien “esta mala organización suele ser normal en las
pruebas atléticas”, el entrenador de triatlón ceutí quiso
resaltar algunos aspectos que “nos molestaron a muchos, y
sobre todo a los padres”. De esta forma, y además de que “en
cuanto a la prueba de los más pequeños, entre ellos mismos
se iban cruzando a través del recorrido”, lo que más critió
Diego García fue el hecho de que “los cadetes, que tenían
que recorrer 1.200 metros, llegaron a hacer 3.000 metros,
porque ni estaba señalizado el lugar donde realizar el giro
ni había nadie de la organización para advertirlo, por lo
que algunos corredores, que llegaron hasta el Revellín,
tardaron mucho más de lo esperado, algo que preocupó mucho a
sus padres”.
Otro aspecto por el que los padres, técnicos y participantes
más jóvenes se fueron “disgustados e indignados”, fue porque
“cuando terminaron los pequeños tuvieron que esperar a que
los mayores acabasen su prueba, que además se retrasó casi
media hora, lo que hizo que se hiciese de noche y que
pasasen frío”.
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