La designación de Emilio Carreira
como nuevo consejero de Economía, Hacienda y Recursos
Humanos ha sido una apuesta segura de Juan Vivas, conocedor
que elige a un político con experiencia, curtido en mil
batallas, con capacidad de gestión y una trayectoria de
eficacia mas que demostrada. Desde que obtuviera cargos de
responsabilidad con Jesús Fortes como Jefe de Gabinete,
pasando por ir después en lista y ocupar la Consejería de
Presidencia, así como la portavocía del Gobierno y más
tarde, la titularidad del área de Hacienda, Emilio Carreira,
ha demostrado que se ha sabido desenvolver en la Consejería
de marcado matiz político como la de Presidencia y
Gobernación, y en la no menos importante como la de
Hacienda. Ahora, en estos momentos convulsos, cuando la
economía lo domina todo más que nunca, se le sitúa en
primera línea para gestionar un área capital: Economía,
Hacienda y Recursos Humanos.
Un exsindicalista del CSIF es el político más válido para
negociar con los sindicatos las cuestiones de personal, la
RPT, la problemática laboral y un sinfín de cuestiones que
afectan a los empleados públicos. Y por si fuera poco, la
estabilidad presupuestaria, la viabilidad económica, la
situación de las cuentas públicas, tendrán en Emilio
Carreira a un responsable político directo en unos momentos
de turbulencias. El reto que le pone ante sí Juan Vivas es
la demostración más evidente de la confianza que deposita en
él, más allá de las palabras que, en un acto como el de la
toma de posesión, pudieran ser en otro caso un artilugio del
protocolo.
Emilio Carreira, en un ejercicio de retórica dijo estar
“desentrenado” y pidió un margen de confianza, cuando él
mismo sabe, que es un político de raza. Vivas ha dado con el
hombre que necesitaba.
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