“Ya está bien de victimismos”. Con estas palabras se refería
ayer el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González
Pérez, a la manifestación que un grupo de mujeres y niños
realizaron frente a la Delegación el día en que se detuvo a
los ocho presuntos captadores de yihadistas en el Príncipe.
“Mientras yo sea delegado, no voy a consentir que haya
manifestaciones que no estén amparadas por la ley, sean de
quien sean, incluidas mujeres y niños; cumpliendo la
legislación vigente se puede manifestar todo español y no
español que quiera hacerlo”, afirmó.
En su opinión, “utilizar como eslogan ‘somos musulmanes y no
terroristas’ es un insulto a los musulmanes, es intentar
generalizar algo que no es verdad”. “Estamos hablando de un
problema específico de unos señores, no estamos
criminalizando ni extendiendo a los españoles o no españoles
de la ciudad; ya está bien de victimismos, estamos hablando
de presuntos terroristas”, agregó.
González Pérez cree que la actuación policial del viernes
“ha conseguido que haya muchas menos viudas y que no haya
viudas que se tengan que manifestar, porque han evitado
muertos o inmolados, así que deberían hacer una
manifestación en agradecimiento”.
En relación a la situación general de la barriada donde se
produjeron las detenciones, el delegado afirmó que “las
inversiones que se han hecho en los últimos años en el
ámbito social, educativo y de esparcimiento” son
“altísimos”. ”De hecho, en el Príncipe hay una de las
mejores bibiliotecas de la ciudad”, subrayó. De ahí que sea
necesario, dijo que “allí se cambie el chip, porque los que
empiezan tirando piedras, acaban yéndose a Siria”. “Algo
falla, porque si la administración está haciendo grandes
esfuerzos y no funciona, no responsabilicemos sólo a la
administración”, pidió.
En la misma línea el delegado del Gobierno aseveró que “o
bien por temor, o bien por relaciones familiares o por
relaciones sociales se está contribuyendo a que en el
Príncipe haya ocho detenidos por terrorismo yihadista”. “Se
puede empezar tirando piedras a los autobuses o a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se pasa a ser un liderzuelo
de aquellos que cometen delitos, se acaba siendo jefecillo
de las bandas de narcotraficantes y luego se ve la luz, se
ve la luz de Dios”, afirmó. “Si me preguntan, les diría que
todos los que acaban allí empezaron donde les he dicho, o a
lo mejor no tirando piedras, pero sí relacionados con el
mundo del narcotráfico o de la delincuencia”, finalizó.
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