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El ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz ha asegurado en su comparecencia de prensa
para valorar la desarticulación de la red de captación de
yihadistas que se trataba de un peligro evidente, ya que
suponía la posibilidad de cometer un atentado terrorista en
cualquier momento. La red vinculada a la organización
terrorista Al Qaeda, que captó a varis yihadistas en Ceuta y
a 38 en Castillejos, demuestra que tenían en nuestra ciudad
uno de sus puntos fuertes de operaciones, lo que entraña no
sólo una seria amenaza eventual sino un peligro latente en
materia de seguridad.
La red preparaba varias remesas de yihadistas esperando
viajar a Siria para cometer atentados y luchar junto a los
grupos terroristas de Al Qaeda, con lo que existía el
peligro de que en cualquier momento materializaran un acto
terrorista, no sólo en Siria sino en cualquier otro lugar.
La instalación del radicalismo islamista en nuestra ciudad
es una cuestión mas que preocupante, porque supone una seria
amenaza no ya para la convivencia de nuestra ciudad sino a
la integridad de la misma y a la propia seguridad de nuestra
sociedad.
Hechos de esta naturaleza, en los que se pone de manifiesto
el buen hacer de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, requieren el reconocimiento público de todas las
fuerzas políticas y organizaciones sociales porque estas
prácticas asesinas merecen la mayor repulsa. En un Estado de
Derecho y en una sociedad democrática, no caben los
asesinos, sean del signo que sean. Y que Ceuta haya saltado
al primer plano de la actualidad nacional por un asunto tan
grave como éste, es una demostración de que en nuestra
sociedad aún hay determinados elementos peligrosos que se
ocultan para desestabilizar nuestro país.
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OPINIÓN / EDITORIAL
