La eficacia policial y la
coordinación entre Guardia Civil y Policía, aparte de la
investigación exitosa que ha llevado a buen fin el objetivo
de desarticular una trama de captación de yihadistas, ha
puesto sobre la realidad social de Ceuta, que la barriada
del Príncipe, como ya hemos informado en otras ocasiones, se
había convertido en un verdadero “semillero” de individuos
dispuestos a viajar a Siria para vincularse al terrorismo de
Al Qaeda. El trabajo de investigación ha hecho posible
desarticular una trama que ya había dado muestras de
actividad y sobre la que también se informó públicamente
acerca de las zonas de actividad.
Estas redes de captación de individuos con fines radicales
de matriz islámica, constituyen a veces un entramado
complejo, por lo que es la colaboración ciudadana y
familiar, la mejor forma de hacer un seguimiento adecuado
para desarticular estas prácticas que profundizan en las
propias entrañas del entramado social y provocan no sólo
inseguridad sino terror. El Ministerio del Interior, ha
demostrado que no baja la guardia ante redes de esta
naturaleza y, en la actualidad, cuando parece que ETA ha
cesado en su actividad terrorista, es el yihadismo el que
centra la atención de la Seguridad del Estado.
A nivel mundial, los países están muy sensibilizados contra
estos movimientos terroristas, tras los atentados de las
Torres Gemelas, de Atocha, de Londres, donde las masacres
conmocionaron al mundo. Se impone la seguridad mundial
contra esta amenaza y la colaboración estrecha y profunda de
todos los países. La Unión Europea ya puso el acento,
recientemente, en este tema y estimuló la alerta para que el
terrorismo no sorprenda a la sociedad.
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