Siguiendo los conejos que le
dábamos el otro día, señor presidente, con esos 100 mil
millones de euros ni le cuento lo que podríamos hacer en
beneficios de la clase más desfavorecida, solucionando
problemas que le volverían a dar esos votos que está usted
perdiendo, según las últimas encuestas realizadas.
De momento, como el que no quiere la cosa, podríamos rebajar
el paro en un millón de personas. A todas ls pequeñas y
medianas empresas que coloquen a un parado, estaríamos dos
años sin que, por ese contratado, tuviesen que pagar la
Seguridad Social. Y lo que es más importante, la Seguridad
Social no tendría merma en esos ingresos, que se encargaría
de llevarlo a cabo el Estado. Me explico.
De esos 100 mil millones que recaudamos, destinaríamos siete
mil quinientos millones a ingresar en la Seguridad Social,
que es el coste total de ese millón de trabajadores que
habríamos rebajado del paro, Matamos dos pájaros de un tiro,
la Seguridad Social recibe su dinero y las pequeñas y
medianas empresas crearían un millón de puestos de trabajo.
Y de esos 100 millones aún nos quedarían, si las matemáticas
no mienten, 92 mil 500 millones de euros. De ese dinero,
destinemos al fondo de pensiones 50 mil millones, con lo
cual se le podrían subir las pensiones sin necesidad de
tener que esperar a ver cómo resultan las cuentas del Estado
ya que difícilmente, ante la situación en la que estamos,
podrá haber superávit. Y si dejamos 10 mil millones para el
asunto de los funcionarios, les devolvemos sus pagas
extraordinarias y le ponemos sus salarios al día. Y aún,
señor presidente, nos sobrarían 32 mil 500 millones de euros
con los que se podría rebajar el IRPF
Al realizar cuanto estamos aconsejando que quizás, porque no
somos político, su realización la vemos de lo más fácil del
mundo mundial, no sólo crearíamos un millón de puestos de
trabajo, subiríamos las pensiones, pondríamos los salarios
de los funcionarios al día, pagándoles las pagas extras y
bajaríamos el IRPF, sino que aumentaríamos en mucho el
consumo, algo de vital importancia, puesto que ello lleva
consigo más creación de puestos de trabajo.
Ya digo que veo la solución fácil puesto que no soy político
algo, por supuesto, que no me quita el sueño. Pero tengo una
gran ventaja sobre toda esa mayoría de la mediocridad de la
clase política, que vivo cada día la calle y conozco los
problemas de las clases más desfavorecidas y lo que ellas
necesitan.
Todo lo contario de esa inmensa mediocridad de la mayoría de
la clase política, que vive muy alejada de la calle. Pienso,
perdón por pensar, que la clase política, incluida la
mayoría de la mediocridad de la misma, es una clase
diferente al resto de los españoles, con unos buenos
privilegios de los que carecemos el resto.
Por si faltase algo para darme la razón, sus señorías tienen
un bar donde todo es más barato que en la calle, viajes
pagados en avión, barco o tren, aparcamientos gratis y taxis
pagados para llegar al hemiciclo
Con lo que ganan, por qué no pagan de sus bolsillos, como
cualquiera de nosotros cuando vamos al trabajo. Pregunto.
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