A pesar de que las denuncias interpuestas desde que
comenzara el servicio de la Policía Local en las playas, el
pasado día 1, no hayan sido “muchas”, la mayoría ha sido por
venta ambulante y consumo de sustancias estupefacientes.
Desde el Cuerpo Municipal se explica que todavía no ha
comenzado la ‘temporada fuerte’ de baño y que, después de
que finalice el curso escolar, se espera una mayor afluencia
de usuarios a las zonas de baño. La Policía dispone de un
servicio “fijo”, de dos agentes por turno, en las playas de
la Ribera, Chorrillo y Benítez al ser las de “mayor
afluencia”. La Policía Local inició el pasado día 1 el
servicio especial de playas, que cuenta con un total de doce
agentes y un subinspector, en horario de 11.00 a 19.00
horas. Los policías realizan un servicio “fijo” -dos en cada
turno- durante todos los días de la semana en las playas de
la Ribera, Benítez y Chorrillo, las de “mayor afluencia”,
mientras que en el resto de zonas costeras se trasladan con
una patrulla para “controlar que no haya ningún problema”. Y
es que, “las playas más concurridas” son en las que la
Policía dispone de este servicio fijo, pero desde el Cuerpo
también recuerdan que el control se lleva a cabo de forma
“exhaustiva” tanto en el Tarajal como en Calamocarro o Benzú.
En relación a las denuncias interpuestas, desde el Cuerpo
Municipal se informa de que “por el momento no han sido
muchas, ya que de lunes a viernes hay todavía poca afluencia
de bañistas, aunque sí se registra un mayor número de
usuarios durante los fines de semana”. La Policía espera que
“cuando finalice el curso escolar, aumente la presencia de
ciudadanos en las playas”.
Recomendaciones de ARCE
La mayoría de denuncias en estos quince días se han
producido por venta ambulante y consumo de estupefacientes.
“El objetivo es cumplir con las ordenanzas municipales, por
ejemplo, evitar que haya animales sueltos, que se produzcan
hurtos, peleas, gente jugando a la pelota, etc.”. La Policía
Local también se ha encargado estos días de presentar los
partes de incidencias oportunos en relación a las
deficiencias en algunos servicios de las zonas de baño, como
ha sido el caso de un “váter roto o la falta de la red
antimedusas, ya que muchos ciudadanos han presentado sus
quejas”, señalan desde el Cuerpo.
Por otro lado, el Área de Coordinación de Emergencias (ARCE)
de Protección Civil de la Ciudad, dependiente de la
Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo, ha editado
un folleto informativo para recordar a los bañistas y
usuarios de las playas en general las “precauciones” que
deben adoptar para disfrutar de una jornada playera. Según
informaba una nota de prensa de la Ciudad, ARCE recuerda la
“importancia de observar las banderas indicadoras de peligro
para el baño y desaconseja bañarse si se ha comido en
abundancia o bebido alcohol, así como lanzarse al agua de
cabeza sin conocer la profundidad del agua o si hay rocas en
la zona”.
En el agua, otros consejos de ARCE son no utilizar
colchonetas ni flotadores para alejarse de la orilla ni en
días de viento; extremar la precaución si no se sabe nadar,
por ejemplo, manteniéndose en zonas donde se hace pie y no
perder de vista a los niños. El Área de Coordinación de
Emergencias también recomienda utilizar cremas protectoras
para el sol, y en cualquier caso, “no exponerse de forma
prolongada y beber agua para evitar una deshidratación”.
Por otra parte, Protección Civil recuerda a quienes
practican alguna actividad deportiva en el mar, que se
informen de las condiciones meteorológicas y de los horarios
de las mareas antes de salir, además de “no aventurarse en
lugares donde no conozcan las corrientes”. También subraya
la “idoneidad de no practicar estos deportes en solitario,
de avisar a familiares y amigos del lugar donde se estará y
de la hora de vuelta prevista, junto a la señalización de la
presencia con una boya cuando se practica buceo”.
Por último, ARCE explica que hay que salir del agua
“inmediatamente” si el bañista nota malestar, tiene
escalofríos, picores o sensación de fatiga; se debe
“mantener la calma y procurar nadar en paralelo a la orilla
para no alejarse de la zona de baño y no hacerlo a
contracorriente, sino dejarse llevar y esperar el momento en
que la corriente pierda intensidad y apartarse de donde
rompen las olas”. “Si alguien observa a un bañista en
apuros, lo que debe hacer es lanzar un flotador para
socorrerle y avisar de inmediato al 112”.
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