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Las alegaciones al III Plan de
Igualdad de Oportunidades, actualmente en exposición pública
han de ser la fórmula de participación de los diferentes
colectivos con sus aportaciones, a fin de enriquecer un
documento que ha de ser fruto del consenso y del carácter
integrador que ha de prevalecer por encima de colores
políticos o particularidades de un tipo u otro. De ahí que
las demandas del PSOE en este sentido, sean muy acertadas
como incluir una partida específica destinada a Igualdad o
crear un Observatorio de la Violencia de Género y un Plan de
Conciliación.
Cuestiones como éstas, en las que se requieren la
integración social de todos los colectivos, también precisan
de la suficiente apertura de miras como para aceptar las
alegaciones que sumen ideas y perfeccionen el documento, más
allá de matices políticos. La idea de consenso ha de
prevalecer con carácter prioritario como también han de
tener participación los grupos de la oposición cuando se
trate de abordar cuestiones relativas a este ámbito con
independencia de que lo hagan las consejerías.
Si de verdad se quiere dotar de importancia a este Plan de
Igualdad, ha de estar dotado con una partida específica para
que la disponibilidad económica haga factible su desarrollo.
Otra cosa distinta no sería mas que parchear un ámbito muy
importante en nuestra sociedad y, desde luego, desmerecer la
consideración que merecen sus destinatarios. Hay que dotar
económicamente este III Plan de Integración, ya que sin
presupuesto, poco o nada puede hacerse y si se actúa en
serio, bien merece la atención suficiente y la voluntad
política necesaria, para hacer viable su puesta en marcha y
desarrollo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
