CSI-F vuelve a reclamar la aprobación de un marco legal
que regule el conjunto de derechos y deberes de los docentes
además de definir los perfiles profesionales. La central
sindical considera que probablemente sea el sector educativo
el único que no cuenta con un Estatuto, además de recordar
que la Educación actual no tiene nada que ver con la que
había hace 35 años y que todos estos cambios que se han
producido deben quedar regulados en un ‘Estatuto Docente’.
CSI-F viene reclamando desde hace años la negociación y la
aprobación de un Estatuto que regule las condiciones
laborales de los docentes. Según la central sindical, la
Educación actual no tiene nada que ver con la que había hace
35 años. Se han producido grandes cambios en las nuevas
tecnologías, en los idiomas, en el concepto de familia, la
incorporación de la mujer al trabajo, la integración en la
UE, etc.
La propia estructura del Estado, que dejó de ser
centralizado y el artículo 103.3 de la Constitución que
establece que las condiciones laborales de los funcionarios
públicos quedarán reguladas por un Estatuto propio con rango
de Ley, así lo recomiendan.
A este respecto, desde CSI-F se considera que probablemente
sea este colectivo el único funcionarial que no dispone de
Estatuto, y asegura que las normas, tanto estatales como
autonómicas, que se establecen para todos los empleados
públicos no siempre se han hecho pensando en las
especificidades del sector educativo: trabajar con menores
de edad, disponer de titulaciones y niveles similares,
trabajar por cursos académicos en vez de por años naturales,
a la vez que reconoce que las normas que regulan la
profesión de la docencia están “dispersas y fragmentadas”.
Por ese motivo, desde CSI-F se considera que es preciso
aprobar un marco legal que regule el conjunto de derechos y
deberes de los docentes además de definir los perfiles
profesionales.
Entre los asuntos que el Estatuto Docente solicitado por CSI-F
debería regular se contempla: el acceso y la movilidad, la
carrera profesional, la ley de autoridad docente, el
mantenimiento de cuerpos docentes estatales, y el
mantenimiento de la jubilación anticimada.
Con respecto al sistema de acceso, CSI-F defiende el acceso
por concurso oposición, bajo los principios de igualdad,
mérito y capacidad, predominando como mérito la experiencia
docente. Además considera necesario que todos los años haya
oferta de empleo público y se celebren procesos selectivos
(como mínimo con la reposición de quienes salen del
sistema). También insta a buscar procedimientos para
seleccionar a los mejores para la docencia, cuestión que
según CSI-F prestigiará la profesión y mejorará los
resultados educativos.
En cuanto a la movilidad, para CSI-F es inadmisible la
redistribución, la recolocación y la remoción de los
profesores, pues además del perjuicio individual supondría
la desaparición del actual concepto de plantilla.
Con respepcto a la carrera profesional, CSI-F lleva años
reivindicándola, y destaca que esta deberá favorecer la
promoción vertical y horizontal de los profesores, y deberá
servir para motivarlos y dignificar la profesión.
Así mismo considera que el MECD debería regular la parte
básica y el modelo de carrera, de tal forma que sea
homogénea y homologable en todas las CCAA, debiéndose
comprender la totalidad de la vida activa de los docentes,
así como tenerse en cuenta la acreditación de actividades
formativas o de dedicación a la docencia.
Entre las actividades que deberían considerarse, según CSI-F,
están: la formación académica y permanente, las titulaciones
oficiales, la adscripción a programas de innovación
pedagógica, la participación en actividades o cargos no
remunerados económicamente, etc.
CSI-F considera indispensable la ley de autoridad docente,
la cual ayude a erradicar de los centros la violencia de
baja intensidad, que mina la integridad física y psíquica de
profesores y alumnos, y destruye la convivencia escolar.
Del mismo modo exige una catalogación de las enfermedades
profesionales y reconocimiento a la salud integral, tanto
física, psíquica y social.
Por último, con respecto a la jubilación anticipada, CSI-F
recuerda que los profesores se encuentran cada vez con más
dificultades a la hora de desempeñar su trabajo. La
profesión docente está sometida a un elevado grado de
exigencia y de responsabilidad. Algunos docentes sufren
enfermedades de origen psicosocial: estrés, ansiedad,
síndrome del quemado, que dificulta en muchos casos el
normal desarrollo de su trabajo, además considera que la
jubilación anticipada permite rejuvenecer las plantillas y
genera empleo.
|