Las medidas que quiere implantar
el Ministerio del Interior para “neutralizar” el terrorismo
yihadista, demuestran que éste es una muy seria amenaza y
que, tal vez, debieron adoptarse antes, aunque la operación
policial desarrollada en Barcelona donde hubo cinco
detenidos por enaltecer estas actividades, ha sido un punto
de inflexión que ha venido a marcar una nueva dinámica. La
preocupación de los gobiernos europeos por los denominados
“lobos solitarios” y los retornados, hacen que se extremen
las medidas a todos los niveles.
En Ceuta, donde hay varios casos de jóvenes que se han
sumado a la yihad en Siria, es obvio que parece existir un
foco latente de captación y habrá que evaluar las
repercusiones de este nuevo fenómeno terrorista para nuestra
ciudad donde los vínculos de algunos individuos con este
tipo de actividades ha sido un hecho constatable. Parece que
el problema desborda y resulta imprescindible adoptar las
primeras medidas con carácter preventivo, ya que las
acciones terroristas de las que tenemos referencia, son bien
conocidas en las Torres Gemelas, en Atocha, en Londres.
La acción contra este tipo de “movimientos” ha de ser una
labor coordinada de todos los gobiernos para evitar masacres
como las que hemos sufrido recientemente. Es obvio que el
terrorismo es una causa, lo suficientemente fuerte, como
para que los gobiernos se unan en una acción común para
erradicar, controlar y perseguir a los terroristas que son
elementos que siembran el terror y la muerte. Ceuta es una
zona de especial significación en este contexto, debido a
los casos de los que ya tenemos conocimiento en cuanto a
captación de futuros terroristas. Los viajes a Siria,
parecen convertirse en el nuevo “turismo” trágico. Algo a
vigilar.
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