Este año 2013 el Día Mundial contra el Trabajo Infantil está
especialmente centrado en erradicar el trabajo infantil
doméstico. En este Día especial, la OIT (Organización
Internacional del Trabajo) nos recuerda que es urgente
realizar reformas legislativas que garanticen la eliminación
del trabajo infantil en el trabajo doméstico, la
ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo
doméstico decente y su unión a otros Convenios relativos al
trabajo infantil, así como la toma de medidas para promover
un movimiento mundial contra el trabajo infantil.
En Manos Unidas, conocemos las peores consecuencias del
trabajo doméstico infantil en Haití, el país más pobre de
América, que quedó devastado tras el terremoto sufrido el 12
de enero de 2010 y denunciamos, una vez más la situación de
los ”restaveks” (del francés rest avec) niños y niñas que
trabajan en “domesticidad” y que se convierten en esclavos
domésticos. Ellos son el grupo social más vulnerable de todo
el país, niños y niñas de todas las edades, que por la falta
de recursos de sus familias que viven en entornos rurales
muy pobres, remotos y sin oportunidades, son confiados a
otras familias, también pobres de entornos urbanos, con la
esperanza de que, a cambio de los trabajos del niño en las
tareas del hogar, puedan acceder a más oportunidades.
Esas oportunidades nunca llegan y ya son más de 300.000 los
pequeños que, en Haití, se quedan sin infancia ni derechos,
que con frecuencia son maltratados y humillados, que pierden
la relación con sus familias y trabajan sin descanso. No
tienen derecho a educación, asistencia sanitaria, salario y
muchas veces incluso ni la ración elemental de alimento. Son
vulnerables a cualquier abuso que se cometa sobre ellos y no
tienen a nadie que les defienda.
Como en Haití no hay plazas escolares para todos los niños,
y más del 80% de la educación es privada, los últimos que
tienen oportunidad de estudiar, en familias que no pueden
escolarizar ni a sus propios hijos, son los niños en
domesticidad o restaveks. Por eso en Manos Unidas hemos
apoyado un centro de acogida, formación primaria y
profesional de ”restaveks” con un importe de más de un
millón de euros, y que está lleva a cabo nuestro socio local
en el país, FMS (Foyers Maurice Sixto), con más de 20 años
de experiencia en la defensa de los Derechos de la Infancia
haitiana.
Esta organización también es la responsable del Hogar
Maurice Sixto, de Puerto Príncipe, al que asisten
regularmente186 niñas y 64 niños entre 8 y 17 años, que fue
abierto hace 21 años por el sacerdote haitiano Jean Baptista
Miguel y se puede ver en este VIDEO (desde minuto 17:50)
2011-Haití-Los niños de la esperanza. (realizado con TVE y
que en Youtube tiene sonido defectuoso, pero que tenemos
disponible también en DVD).
ASIA. India: acogida, educación y formación profesional,
por una infancia feliz.
Pero en Manos Unidas no sólo luchamos contra el trabajo
infantil en Haití. Otros ejemplos los tenemos en India:
• En el distrito de Guntur en Andhra Pradesh (India) que es
conocido por ser fuente que alimenta las redes de tráfico
sexual de mujeres y niñas, desde Manos Unidas hemos
financiado un “Centro de Formación Profesional para jóvenes
rescatadas del tráfico humano” para la prestigiosa ONG local
Sociedad de Servicios Sociales de Jesús, Maria y José, que
atiende a estas víctimas y que en su trabajo colabora con el
gobierno, rescatándolas e identificando a los traficantes. A
este centro llegan, enviadas por el gobierno y los juzgados,
muchas niñas y mujeres, el 80% de las clases sociales más
desfavorecidas, niñas y mujeres de entre 8 y 35 años hijas
de prostitutas, matrimonio infantil, algunas con
discapacidad mental y HIV-sida. Se les ofrece un hogar, un
ambiente seguro y adecuado, una pequeña aportación para su
alimentación y vestido y formación profesional en artesanía
y textil que luego comercializarán.
• En la ciudad de Pune, en el estado de Maharashtra, desde
Manos Unidas realizamos un “Proyecto Educativo para Niños
que Trabajan en las Fábricas de Ladrillos” porque esta
pequeña industria se nutre, sobre todo, del trabajo de
mujeres y niños, fundamentalmente de familias emigrantes que
viven por debajo del umbral de la pobreza. Los niños
trabajan rellenando los moldes de ladrillos con barro,
ayudan al transporte y los disponen al sol para el secado
antes de ser apilados para su cocción en un trabajo
extenuante debido también al peso de los ladrillos. Nuestro
socio local en la zona ISC (Indian Sponsorship Commitee), ha
detectado la falta de servicios educativos para estos niños
y quiere acabar con esta situación logrando la completa
escolarización de 1.140 niños y niñas que trabajan en las
fábricas de ladrillos, con clases de apoyo para evitar el
fracaso, y actividades colaterales para un completo
desarrollo mental y emocional.
ÁFRICA. Costa de Marfil: reinserción de niños que
trabajan en el basurero
En Akouedo, un barrio de las afueras de Abidjan, capital de
Costa de Marfil, se encuentra el mayor centro de recogida de
basuras de Africa Oeste. Varias hectáreas con 3 grandes
fosas a cielo abierto de 4 a 5 m. de profundidad donde van a
parar todos los desperdicios de la capital, tanto domésticos
como industriales y sanitarios que se pudren rápidamente por
el calor desprendiendo gases venenosos y un olor
nauseabundo.
Aquí llegan, entre otras personas, multitud de niños de
entre 5 y 15 años: huérfanos víctimas de malos tratos o
hijos de familias que viven en la miseria, que rebuscan
entre las basuras corriendo el riesgo de contraer graves
enfermedades. La asociación local Afrique Secours et
Assistance (ASA) abrió hace doce años un centro que atiende
a más de 80 niños de ambos sexos de entre 5 a 18 años a los
que ofrecen una correcta nutrición, atención médica y
formación integral. Con la financiación de Manos Unidas se
ampliarán las instalaciones para atender a 120 niños y se
asegurará el funcionamiento por un año.
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