La denominada “ola de calor” y las medusas, han sido los
temas expuestos a la sensibilización ciudadana, en la charla
que técnicos de la Consejería de Sanidad y Consumo, han
impartido en el Centro de Servicios Sociales en Hadu,
enmarcada dentro del Programa “Contigo”.
El titular del área, Abdelhakin Abdeselam Al-Lal declara que
este tipo de actuaciones de interés público pretende
divulgar el conocimiento del exceso de temperatura, en el
caso de la “ola de calor”, considerada como tal cuando la
temperatura mínima está por encima de los 22º y la máxima
supera los 33º. En estos niveles, el riesgo de sufrir
patologías es muy acusado, en espec ial, la población de
riesgo, encuadrada como tal los mayores de 65 años, los
niños de corta edad, las personas con patologías
cardiovasculares, los practicantes de deporte “amateur” que
corren a las horas de mayor calor y quienes se exponen al
sol sin protección. De hecho, el pasado año se dieron un
total de 16 casos por sufrir la “ola de calor”, precisando
la asistencia en urgencias.
El consejero, abundando en los objetivos de estas charlas
informativas, alude a las recomendaciones que Sanidad
Ambiental aporta y a toda una serie de protocolos cuando se
establece la alarma por una subida fuerte de la temperatura
y los riesgos a sufrir.
Tres niveles se activan cuando se detectan “olas de calor”:
el amarillo, el naranja y el rojo. El seguimiento de estas
situaciones requiere un trabajo diario y las previsiones no
van más allá de cinco días. Se da la circunstancia que cada
ciudad tiene sus niveles de temperatura particulares n
cuanto al umbral de la misma y ésta se obtiene sacando la
media de las temperaturas que se registraron en el
quinquenio precedente al año de estudio.
En cuanto a la sintomatología, el período de adaptación al
calor del lugar en el que nos encontremos es de dos semanas.
Los casos originados por las “olas de calor” se suelen dar
más al principio de verano, aunque en el caso de Ceuta, las
temperaturas más altas son a finales de julio y principios
de agosto.
La jefa del servicio de Epidemiología de la Consejería, Ana
Isabel Rivas, fue la encargada de dar la charla y las
explicaciones sobre este tema que despertó un gran interés,
por tratarse de una cuestión de actualidad ahora de cara a
las temperaturas que vamos a tener en este período.
Una explicación donde se habló de los riesgos para la salud
y de la necesidad de prevención y de hidratarse.
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Un fenómeno que se inició tras las 7.000 muertes en Francia
en 2003
El protocolo sobre la “ola de
calor” se activo a partir de que en el año 2003, en Francia
se produjo la muerte de 7.000 personas a causa del fuerte
calor, lo que desató todas las alarmas de los organismos
sanitarios para controlar esta situación con la llegada del
verano. esa cifra tan elevada de muertes, se consideró una
epidemia a causa del calor y se estableció, desde entonces,
un protocolo de actuación con alertas diarias y previsiones
a cinco días vista. En esa misma época en España y Ceuta, se
registró un 8% más de muertes en personas mayores, por la
incidencia negativa de la mencionada “ola de calor”. El caso
de Francia fue espectacular porque las viviendas no están
acondicionadas como en España, ya que las temperaturas no
son habitualmente altas.
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