Un menor, ingresado y recluido en una de las celdas de
aislamiento del Centro de Menores Punta Blanca, mantuvo
retenida a una psicóloga en la tarde de ayer, amenazándola
con un objeto cortante. El agente negociador del CNP fue
capaz de hacer que el menor se tranquilizara y que liberara
a su víctima.
En la tarde de ayer agentes del CNP, que se encontraban de
patrulla realizando el servicio de prevención de seguridad
en las calles, recibió una llamada a través de la Sala del
091, proveniente del Centro de Menores Punta Blanca’, en la
que se les requería, según les informaba el Director del
mismo, de que un menor, ingresado y recluido en una de las
celdas de aislamiento, tenía retenida a la psicóloga,
“amenazándola con un objeto cortante, sin saber exactamente
qué objeto era”, según informa una nota de prensa. Cuando
los agentes llegaron al centro y una vez puestos en
antecedentes de la situación, acordonaron la zona y
dispersaron el tumulto de gente que había alrededor de la
habitación.
Posteriormente, uno de los agentes, el jefe del dispositivo,
con la diligencia debida y ante todo “teniendo en cuenta el
protocolo de actuación con rehenes”, se introdujo en la
celda y entabló una conversación con el menor, que ”se
encontraba muy alterado, gritando en voz alta y haciendo
ademanes de cortarle el cuello a la psicóloga, vociferando
que si no se iba todo el mundo de allí acabaría con la vida
de su rehén”.
La conversación entre el agente negociador del CNP y el
menor duró alrededor de unos “15 o 20 minutos”, y en ese
transcurso, el agente fue capaz de hacer que el menor se
tranquilizara y que liberara a su víctima, evitando que ésta
sufriera ningún tipo de lesión, objetivo que consiguió
haciendo finalmente que el menor soltara a la psicóloga
procediendo de forma inmediata a su inmovilización.
Antes de entrar en la celda, el agente de la Policía
Nacional, que prestaba servicio de uniforme, se cambió,
apareciendo ante el menor de paisano, aunque siempre
“identificándose como policía, para evitar, en todo lo
posible que éste se pudiera poner más nervioso de lo que ya
se encontraba, actitud que sin duda ayudó a que la operación
fuese tan exitosa”.
La psicóloga liberada, debido a la fuerte presión que el
menor ejerció en el cuello de su víctima con “una loza muy
cortante”, fue atendida por lesiones, presentando un parte
por los mismos.
Según declaraciones de la víctima, durante la actuación del
agente, se sintió “muy tranquilizada y segura ante la
actitud que éste mostraba durante el transcurso de la
intervención”. Asimismo tanto ella como la Dirección del
Centro se encuentran “muy agradecidos por la profesionalidad
en la actuación del Cuerpo Nacional de Policía”.
El menor, que “antes de estos hechos se había autolesionado,
realizándose varios cortes en el tórax con el mencionado
objeto”, se encuentra en el Centro de Menores donde estaba
ingresado y pasará a disposición de Fiscalía de Menores.
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