Las televisiones autonómicas
llevan muchos años siendo un negocio ruinoso. Gastan dinero
a manos llenas para que los gobernantes luzcan su palmito
ante las cámaras. En ellas, además de que los políticos
puedan hacerse el artículo, tienen sitio todos los
enchufados de las autoridades.
Las televisiones autonómicas, convertidas en verdaderos
centros de adulación de presidentes de la cosa, no tienen
razón de existir. Y eso es algo que conocen sobradamente las
autoridades, pero siguen negándose a cumplir con la ley que
hace un año les permitía a cada Comunidad decidir qué forma
de gestión querían para sus televisiones.
Radio Televisión Ceuta es un organismo que despilfarra el
dinero con un único fin: para dorarle la píldora a nuestro
alcalde. Y éste, aprovechándose de la situación, usa y abusa
del medio a su antojo. Hasta el punto de que es la persona
que más veces y más tiempo aparece ante las cámaras.
Las apariciones de nuestro alcalde ante las cámaras de RTVCE
han sido denunciadas por el mejor amigo de éste: Juan
Luis Aróstegui. A quien no le falta razón cuando nos
dice que es una locura que la televisión pública gaste 2,5
millones de euros. Para airear que alcalde no hay más que
uno…
No obstante, al líder de Caballas conviene recordarle que él
permaneció callado, como una…, cuando Manolo González
Bolorino dirigió los destinos de RTVCE. Durante esa
época no se atrevió a decir nada en contra de la televisión
que era lo mismo de casposa y que estaba al servicio de un
alcalde para eternizarse en el poder.
Y mucho menos denunció que parte del presupuesto destinado a
una televisión decadente, y propagandista de nuestro alcalde
y los suyos, está sirviendo como tapadera para que otra
televisión gane dinero a tutiplén.
Hasta ahí no llega un Aróstegui que terminará, más pronto
que tarde, pidiendo a gritos que nuestro alcalde comience a
despedir a los empleados de una empresa pública que está
bajo la supervisión de una mujer que lleva mucho tiempo con
el oremus perdido: Yolanda Bel.
La consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo, YB,
sometida a la presión de Aróstegui, quien despacha
diariamente con nuestro alcalde, se mostró incapaz de
defender a RTVCE y, naturalmente, a cuantos forman parte de
un organismo cuyos profesionales se limitan a decir lo que
quieren que digan los gobernantes locales. De no ser así, ya
me contarán ustedes quién de ellos sería capaz de poner su
cargo a disposición de la señora Bel.
Radio Televisión Ceuta, con la ayuda de otros medios afines
al Gobierno, cumple con su cometido: que no es otro que
ponerse a disposición de las autoridades municipales.
Adulándoles, halagándoles, lisonjeándoles, y, por si fuera
poco, arremetiendo contra cualquier medio u opinantes que
denuncien cualquier irregularidad de un Gobierno que se va
desgastando aceleradamente.
Un medio así, sin pizca de imparcialidad, está siempre
condenado a lo peor. Y uno, defensor a ultranza de RTVCE,
cada vez que ha sido atacada por Juan Luis Aróstegui, no
puede, en esta ocasión, salir en su defensa. Ni en defensa
de sus trabajadores. Por una razón muy sencilla: ellos no
han sido solidarios nunca con nadie. Y encima se limitan a
decir sí “bwana”.
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