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Las Juntas Generales de las siete
sociedades municipales y la aprobación de sus cuentas de
2012 dió lugar a una oposición seria por parte del PSOE y a
una búsqueda de titulares de Aróstegui, quien destacó con
razón el elevadísimo presupuesto de la televisión pública
que asciende a 2,5 millones de euros. Un Aróstegui que
cuando le interesa no dice toda la verdad y miente, como fue
el caso de su referencia a RTVCE cuando habló de su
presupuesto, sin la más mínima referencia a los servicios
externalizados que van a parar, como él mismo sabe, por ser
miembro del Consejo de Administración de RTVCE a la
televisión privada, que recibe una muy buena financiación a
través del presupuesto de la pública. Un camuflaje que bien
conoce Aróstegui pero que no utiliza y omite. Se limita a
las bufonadas de poner calificativos más o menos grotescos y
a no hacer oposición seria como el PSOE que se mostró
preocupado por el futuro laboral de los empleados públicos a
resultas de la reforma legislativa que se prepara a nivel
nacional.
En cuestión de resultados económicos, todas las empresas
municipales dieron beneficios en mayor o menor medida, salvo
Emvicesa que tuvo deficit. La más rentable fue Acemsa, donde
su gerente Emilio Carreira dió a conocer 3,2 millones de
euros de superavit. Resultados económicos que la oposición
no apoyó y fueron los votos del Partido Popular los que
validaron las cuentas públicas. Juan Vivas, más
participativo que de costumbre, intervino para defender la
solvencia económica y financiera de las sociedades, destacó
la estabilidad presupuestaria y se comprometió a no afectar
al empleo estructural, que dice salvaguardar, como en tantas
otras ocasiones. Renovó así su declaración de principios,
desde hace tiempo. Ya se verá en qué queda finalmente.
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OPINIÓN / EDITORIAL
