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OPINIÓN - DOMINGO, 2 DE JUNIO DE 2013

 
OPINIÓN / COLABORACION

Fiesta del Corpus Christi. Día de Caridad

Por El Pueblo


Nos disponemos a celebrar con gozo la fiesta del Corpus Christi, la fiesta de la Eucaristía. El Señor se queda con nosotros en el Santo Sacramento del altar. En esta fiesta del Corpus celebramos el gran don que Cristo hizo a su Iglesia antes de su Pasión: esto es mi cuerpo, esta es mi sangre. En esta fiesta, que se remonta al s. XIII, se nos invita a descubrir la bondad y la misericordia de Dios, la presencia escondida de Cristo en la sencillez de un trozo de pan y un poco de vino: el cuerpo y la sangre del Señor; Misterio de fe.

Es la primera vez que comparto con vosotros esta fiesta hermosa de la Iglesia; una fiesta que goza de un profundo arraigo en la vida del pueblo de Dios, llena de colorido, de tradiciones y celebraciones vivas y entrañables a través de las cuales expresamos nuestra fe y adoramos a Cristo presente en el Santo Sacramento del altar.

Mi sincero agradecimiento a todos aquellos que han colaborado en la preparación siempre compleja de esta celebración: el padre Francisco, a la comisión que se ha encargado de la preparación de todos los actos con motivo del Corpus, al consejo de Hermandades y Cofradías y a su presidente; a las Hermandades Sacramentales, a las autoridades de la ciudad, a Don Antonio Gil que nos regalado el cartel anunciador de la fiesta, y a todos aquellos que contribuyen con su labor callada y sencilla, pero no menos necesaria, a que esta celebración sea una expresión de la fe y de piedad.

Jesús nos prometió que estaría siempre con nosotros hasta el fin del mundo y cumple su promesa en la Eucaristía. Y además en el día del Corpus el Señor camina por nuestras calles y plazas, comparte nuestra vida, Él nos llena de vida con su muerte y Resurrección y nos envía al mundo para compartir los gozos y las esperanzas, las tristezas y angustias de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de los afligidos. Nuestro mundo, nuestra sociedad necesita el amor de Cristo que nos abre un horizonte de esperanza y da sentido a nuestra vida.

La celebración de la Eucaristía y la procesión son una enseñanza y una catequesis de lo que es y significa ser cristiano. Esta fiesta del Corpus nos invita a Vivir la Eucaristía como una gran escuela de amor y de paz, que nos impulsa a trabajar por la edificación de una sociedad más justa y fraterna. Por eso el día del Corpus es día de Caritas, día de Caridad. Todos saben y conocen la labor que hace Caritas en nuestra sociedad sacudida por una profunda crisis que ha dejado a muchos sin trabajo y con recursos escasos, viviendo al límite de la pobreza.

Caritas, no es una ONG, es la misma Iglesia que comparte lo suyo con los necesitados, cristianos o no, a quienes acoge como lo más querido “Vive sencillamente para que otros puedan vivir”. Es un slogan que nos transmite toda una filosofía de vida, que nos invita a superar las relaciones de interés con las que se mueve el mundo de hoy y valora sobre todo a la persona, al ser, más que el tener, por el que entramos en la espiral de egoísmo que nos ha llevado a esta situación mundial.

Estamos en el Año de la Fe que nos invita a renovar y actualizar nuestra experiencia de Dios. Una fe vivida, celebrada y confesada. Tenemos ante nosotros el reto de la Evangelización. Nuestras parroquias viven con intensidad este esfuerzo por llevar a todos la Buena Nueva de Jesucristo. Tenemos unos sacerdotes entregados y ejemplares en nuestra ciudad, que dan la vida por los demás, que son queridos por todos. Pido por ellos y por todas nuestras parroquias para que se renueve nuestra fe.

En otro orden de cosas, también quiero pedir al Señor que pronto podamos reabrir la Iglesia de San Francisco porque estén concluidas felizmente las obras de rehabilitación. Es un deseo que me expresan cada día muchos ceutíes. En mi tarea diaria es una de mis grandes preocupaciones, nuestro Obispo D. Rafael, está muy pendiente del tema e insiste a todos los niveles y hace gestiones para que llegue ese momento. No hemos dejado de trabajar para que esto sea una realidad.

Quiero expresar mi agradecimiento en primer lugar al presidente y al gobierno de la ciudad por su colaboración y su ayuda sin las cuales no sería posible llevar a cabo esta obra; y también a tantas personas e instituciones que muestran su interés y preocupación por el tema.

Comprendo que todos estemos un poco impacientes y nerviosos, pero las cosas tienen su proceso y hay que hacerlas bien, con sentido de la responsabilidad, y no tomar decisiones a la ligera; ya solo queda acordar con la empresa constructora las condiciones para finalizar la obra y esto se hará en breve.

También quisiera invitaros a todos a adherirnos a la propuesta del Santo Padre el papa Francisco que quiere que todos los católicos del mundo nos reunamos este domingo en oración ante el Santísimo Sacramento de cinco a seis de la tarde. Quiere que recemos por la Iglesia para que sea más santa, por los cristianos para que seamos expresión del amor y de la misericordia de Dios y por todos los que sufren a causa del paro, la pobreza, la marginación, las guerras, la violencia, la enfermedad…

También quiero comunicaros una noticia que llena de alegría a nuestra Iglesia diocesana y es que a finales del mes de septiembre será ordenado sacerdote en nuestra catedral de Ceuta el diácono de nuestra diócesis Juan Ramón Rouco. Lo prepararemos con mucha ilusión porque es un testimonio de generosidad y de entrega para todos. Cristo sigue llamando a servirle y llena de alegría el corazón de los que le siguen.
 

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