La socialista Micaela Navarro visitó Ceuta el pasado
miércoles para recoger de manos de su partido el premio
Violeta ‘María Miaja’, en reconocimiento a la “Lucha por la
igualdad de género”. Sin embargo, Navarro lamenta que el
país ha retrocedido y que en estos momentos, en los que ni
siquiera hay “igualdad de oportunidades entre personas”,
reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres es quedarse
atrás. Por ello, la socialista aboga por el “compromiso
personal”. “Todavía pensamos que esto puede tener remedio,
pero no lo tiene, la crisis existe, es real y cruel y es la
excusa perfecta de este Gobierno para hacer un recorte en
derechos como no se hubiera atrevido nunca un Gobierno en
democracia”, apuntó Navarro.
Pregunta.- ¿Qué le supone recoger un premio por la
igualdad?
Respuesta.- Que te premien por hacer lo que te gusta da un
poco de pudor, pero en este caso, el premio lleva el nombre
de una mujer que es todo un símbolo. María Miaja fue una
mujer que luchó en su momento y que luego vivió esa etapa de
muchas mujeres pero poca militancia y poco compromiso. Y si
María lo viera, tendría que volver a la militancia activa.
No me refiero a la directa en un partido, sino a tener un
compromiso personal por mejorar la calidad de vida de las
personas.
P.- En el acto de entrega del premio se rindió además
homenaje a las socialistas ceutíes, ¿cómo está ahora mismo
el papel de la mujer en la militancia y en el partido?
R.- Una cosa es presencia y otra es militancia. Pasa en el
movimiento asociativo y vecinal, yo he pasado por allí y
éramos menos pero con un compromiso muy fuerte. Luego ha
aumentado la presencia, pero con menos militancia. Quizás
porque hemos llegado a la autopista a la que debíamos
llegar, pero una vez allí nos hemos despistado.
P.- ¿Y hacia dónde vamos?
R.- En poco tiempo hemos vuelto atrás, la realidad de hoy
nos retrotrae a treinta años atrás, como vimos con los
derechos de los trabajadores. Nadie pensaba que iban a tocar
derechos que costó tanto consolidar. Nadie pensaba hace tres
años que los convenios laborales los iba a poder negociar
bilateralemente el trabajador con el empresario, o que la
Ley del Aborto, que intenta educar sexualmente, iba a volver
treinta años atrás cuando la realidad nos ha demostrado que
con esa ley en vigor, los abortos son menos. Si hablamos de
la Educación, es gravísimo. La LOMCE tiene infinitas cosas
negativas porque expulsa del ámbito educativo, y por lo
tanto de la igualdad de oportunidades, a una parte
importante de la población. Querían limpiar el ámbito
laboral y la mejor manera de hacerlo es evitar que haya
igualdad en la educación y en la formación.
P.- ¿Y qué opina de que la LOMCE contemple la separación
entre niños y niñas en las clases?
R.- Esa etapa ya la hemos vivido. Tenían que estar separados
y cuando se encontraban saltaban chispas porque el mundo es
compartido y con cuanta más normalidad se viva, mejor. No
creo que tenga ningún beneficio educativo. Es una cuestión
ideológica, como la mayoría de medidas que contempla la
LOMCE. Yo no comparto cuando la gente dice que el PP no está
aplicando su programa, el Gobierno del PP está aplicando su
programa, poniendo en marcha medidas que se corresponden con
su ideología conservadora y de derecha.
P.- ¿Cómo se afronta el desencanto de la sociedad?
R.- La gente está desencantada, pero también asustada porque
nos dijeron que nos iban a cortar los brazos, las piernas y
la cabeza y están en ello. Todavía pensamos que esto puede
tener remedio, pero no lo tiene, la crisis existe, es real y
cruel y es la excusa perfecta de este Gobierno para hacer un
recorte en derechos como no se hubiera atrevido nunca un
Gobierno en democracia. Ni siquiera Aznar en mayoría
absoluta implantó su ideario político así.
P.- Y en el tema de la igualdad, ¿sigue siendo necesario
reivindicarla?
R.- No nos podemos quedar en la igualdad entre mujeres y
hombres si no existe la igualdad de oportunidades entre
personas. Y la primera rampa de salida es el acceso a la
educación. Porque si no uno camina por una autopista y otro
por un camino de tierra.
P.- ¿Cómo afectan los recortes a esa desigualdad de
oportunidades?
R.- De manera brutal. Las mujeres hemos sido las últimas en
incorporarnos y las primeras en salir; entre otras cosas
porque nuestro empleo era el más precario. La Ley de la
Dependencia ha beneficiado sobre todo a las mujeres porque
son en el 86% de los casos las cuidadoras, y lo primero que
ha hecho el Gobierno es vaciarla de contenido. Se ha perdido
el empleo y la calidad de vida de las personas.
P.- ¿Con qué medidas específicas se ataja el desempleo
femenino?
R.- No consumimos, no crece la economía y aumenta el
desempleo. La desesperanza de más del 50% de los jóvenes es
brutal. En caso de que se mantengan las pensiones no
contributivas, estos jóvenes van a copar esas pensiones que
ya se estaban extinguiendo. Y esas pensiones son
mayoritariamente de mujeres. Es todo tan absolutamente
escandaloso que no terminamos de creerlo.
P.- Fue una de las impulsoras de la Ley Contra la
Violencia de Género. ¿Cómo valora ese trabajo y la situación
actual?
R.- Hay que ser prudente. Fue un hito importante a propuesta
del Gobierno de Zapatero. Hay que analizar varias cuestiones
como por qué teniendo un instrumento jurídico bastante
amplio hay tantas mujeres que no plantean denuncia. Todas
las administraciones públicas tienen interés en que se
desarrollen las medidas necesarias para que no ocurra un
asesinato, pero no es fácil atajar estas situaciones cuando
las mujeres no denuncian o cuando habiendo denunciado no
piden la ayuda necesaria que le permita estar protegida.
Porque si presentas una denuncia y vuelves a casa, te puedes
encontrar con una agresión o un asesinato. Los partidos
políticos tenemos muchas cosas por las que discutir, pero en
este tema tenemos que ser muy prudente y si una medida no es
la más idónea poner otra sobre la mesa, no entrar en la
confrontación.
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