El Grupo Socialista propuso al Pleno la implantación de
un Programa de carácter temporal de alimentación saludable
en aquéllos comedores escolares donde se vea interrumpido el
servicio por el retraso de las transferencias económicas del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
El Grupo Popular se opuso con sus votos junto a la
argumentación de la titular del área, Mabel Deu, quien dijo:
“No convierta un problema de salud lo que no es y no sea
cómplice de los problemas de desigualdades”, en alusión al
defensor de la propuesta, el portavoz socialista, José
Antonio Carracao.
Mabel Deu insistió en el hecho de que “no podemos hacer
transferencias de fondos públicos porque no sería legal, ni
se pueden hacer duplicidades de gastos y el presupuesto de
estos comedores está garantizado por los Presupuestos
Generales del Estado”. Señaló la consejera de Educación,
Cultura y Mujer que “se han hecho esfuerzos en marzo y abril
y en septiembre. El 30% del presupuesto para comedores se
hizo el 17 de septiembre con una transferencia y ahora ya
está el 70% del libramiento para que se reciba en los
colegios antes de que acabe el curso”.
José Antonio Carracao replicó: “Ustedes dicen que no van a
apoyar mi propuesta como si hubiéramos dicho una tontería” y
se ratificó en su argumentación: “Cuando haya problemas con
los servicios de comedores podemos buscar una solución para
garantizar temporalmente el suministro del servicio y ésta
no es una propuesta para ridiculizarla. Usted ha equivocado
el tono para rechazar la propuesta”. Aludió Carracao al
Fondo de Atención a la Infancia que se creó en su día,
fórmula deshechada por Mabel Deu, quien se disculpó por el
tono empleado hacia Carracao y se refirió al mencionado
Fondo: “Los 30.000 euros del mismo son para prótesis, gafas,
para acceder a la educación en igualdad. Es imposible
utilizar ese Fondo, ya que es una transferencia del
Ministerio a los centros escolares”.
Carracao concluyó su intervención diciendo que el Gobierno
se niegue “es una mala noticia en cuanto a sensibilidad
social”. Y continuó insistiendo: “Se niegan a prestar fondos
públicos donde hay niños que hacen su única comida al día y
en este caso, la obligación social y moral es poner fondos
públicos”.
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Carracao es la oposición en estado puro y no gusta
El que el Partido Popular
rechazara en el Pleno de ayer la propuesta que llevaba José
Antonio Carracao y de la que informamos en esta página y, en
la misma sesión aceptara y diera su apoyo a una muy similar
de la coalición Caballas, es una prueba inequívoca, que hay
un pacto oculto entre el Gobierno de Juan Vivas y la
coalición. Otro aspecto a tener en cuenta y muy comentado,
es el tono empleado por algún miembro del Gobierno, como
Susana Román que parecía que ayer “se quería comer” a José
Antonio Carracao, cuando es mucho más dócil y tolerante con
las imputaciones y descalificaciones que le prodiga tanto
Juan Luis Aróstegui (incapaz de debatir y discrepar sin
utilizar calificativos denigrantes) y como Mohamed Alí,
menos hiriente, aunque en ocasiones, igualmente crítico. Las
alusiones a Carracao, por parte, incluso de la mesurada
Mabel Deu, fueron en un tono de tratar de dejarlo como un
político bisoño, ingenuo o inocente, como si quienes están
sentados en los escaños del PP, estuvieran en posesión de la
verdad absoluta y fueran perfectos. La imagen de prepotencia
de algunos miembros del Gobierno Vivas es tan abominable que
contrasta con la pretendida mesura que trata de imprimir a
sus intervenciones el propio Juan Vivas, cuando las
intervenciones de José Antonio Carracao, podrán gustar más o
menos, pero siempre van impregnadas de educación y son
correctas, algo de lo que algunos miembros del Ejecutivo
deberían aprender: el talante de no perder las formas.
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