La amenaza yihardista a objetivos
militares, tras los ataques de Londres y París abre un nuevo
frente de preocupación e incertidumbre en materia de
seguridad porque el terrorismo, siendo por sí mismo un foco
de desestabilidad, en las actuales circunstancias, cuando se
ha demostrado que países desplegados en Irak o Afganistán
son objetivos del terrorismo islamista, se constituye en una
seria amenaza contra la que hay que ser especialmente
cautelosos y estar ojo avizor, según los consejos impartidos
por el Ministerio de Defensa a los soldados españoles.
No caben sorpresas, factor esencial para los terroristas, en
este ámbito. De ahí que se recomienden extremar el celo en
las medidas de autoprotección y vigilancia a los militares,
tras la alerta que ha supuesto los recientes ataques
sufridos en Londres y París, presuntamente por terroristas
islámicos. Las medidas de autoprotección se han de extremar
en las actuales circunstancias y siempre hay que estar
recelosos de cualquier situación que se detecte bajo la más
mínima sospecha, ya que la impunidad con la que actúan los
terroristas y el factor sorpresa con el que siempre se
alían, conllevan a sorprender a poco que haya cierta
relajación en materia de seguridad. Se imponen medidas de
autoprotección sin alarmismos, pero con un mínimo de
psicología, astucia, intuición y máxima atención para evitar
ser sorprendidos por quienes hacen de la muerte y el
asesinato su bandera con cualquier pretexto sanguinario para
justificarse.
En el caso de Ceuta se ha publicado que existe un clima de
“especial sensibilidad y preocupación en algunas unidades”,
lo que es lógico, debido al temor por el riesgo que entraña
una situación de esta naturaleza.
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