LUNES 20.
Florentino Pérez ha salido a la palestra para
anunciar que José Mourinho dejará de ser el
entrenador del Madrid cuando finalice la Liga. Y alega que
el técnico le ha dicho que ya no puede soportar más la
presión de la prensa. Y a partir de ese momento Relaño,
Valdano y los periodistas pertenecientes al Grupo
Prisa se han ido a celebrar el hecho a Cibeles. A Pérez, ese
ser superior del que habla y no acaba Butragueño, le
ha vuelto a dar un ataque de pánico y ha cedido a la tiranía
de una prensa madrileña viciada en todos los sentidos.
Negarle méritos al técnico portugués, durante su estancia en
el club, es de miserables. Como de miserables ha sido la
persecución a la que ha sido sometido un entrenador con
enorme carácter y que no les ha permitido a los periodistas
de los madriles hacer lo que les viniera en ganas. Por otro
lado, el comportamiento de Iker Casillas ha dejado
mucho que desear. Conchabado con los medios, ha estado
permanentemente dañando la imagen del vestuario y tratando
de poner al entrenador a los pies de los caballos. A partir
de ahora su labor será escudriñada. Y su mentor principal,
el apolíneo (!) Alfredo Relaño, director del ‘Diario
As’, se verá obligado a decirnos que su hombre, Casillas, ha
aprendido, mientras no jugaba, a manejar el balón con los
pies y, sobre todo, a ser un especialista en el juego por
alto. Y es que el amor, ¿verdad, Relaño?, es capaz de hacer
decir que lo blanco es negro. Ah, Vicente del Bosque,
nuestro marqués salmantino, está dando pruebas evidentes de
la animadversión y el odio que siente por el futuro
entrenador del Chelsea. De los mansos me libre Dios… Podrá
decir a voz en cuello el portugués.
Martes. 21
Me cuenta una persona muy conocida que militó en el PSOE de
Ceuta, de religión musulmana él, que Juan Luis Aróstegui
se está ganando la confianza de los suyos, pasando incluso
por encima de Mohamed Alí. Quien así se expresa no
tiene inconveniente en que yo publique sus palabras. Hasta
el punto de que me ha entregado una tarjeta del Centro
Cultural Al Idrissi. Por si tengo a bien ponerme en contacto
con él y seguirle preguntando al respecto. Incluso me ha
hablado de que muchos musulmanes celebran la gran defensa
que Aróstegui viene haciendo de su comunidad. Y hasta
consideran que el secretario general de CCOO, asesor
principal de nuestro alcalde y socio del editor de ‘El
Faro’, pueda estar pensándose el abrazar la religión
musulmana. Tal y como me lo han contado lo cuento. Y a
partir de ahí, ustedes pueden hacer todas las conjeturas que
deseen. Faltaría más.
Miércoles. 22
Me llama alguien del PP para comunicarme que ha leído lo que
le ha dicho Juan Vivas al presidente de Radio
Televisión Española (RTVE), Leopoldo González-Echenique
y que se ha hecho merecedor a que yo diga algo al respecto.
Porque hay que tenerla de cemento para decir en un despacho
de Madrid lo de “Yo soy muy respetuoso con los medios”. Lo
de Juan Vivas, continúa hablando mi interlocutor, produce
vergüenza ajena. Pero, además, yo empiezo a creer que
nuestro alcalde, como bien lo nominas tú a cada paso, no
anda bien de la mollera. Vamos, que la azotea hace tiempo
que no le funciona. Así que seguirá dando barquinazos. ¿Qué
piensas tú, Manolo? Que no vale un duro. Que es un
bluff. Y que, cuando quiera darse cuenta de sus errores,
será tarde. Lo peor para él, sin duda alguna, es que ya es
presunto de muchas cosas. Y ninguna buena.
Jueves. 23
No cesan los comentarios sobre las declaraciones que el
martes hizo José María Aznar en Antena 3. Los hay
para todos los gustos. Aunque conviene decir cuanto antes
que entre los cargos del PP ha cundido el miedo a la hora de
situarse a un lado o a otro. Ya que el poder reside ahora
mismo en el presidente del Gobierno, por más que éste siga
siendo el mismo maricomplejines de siempre –Federico
Jiménez Losantos dixit-. Si bien es verdad que la figura
de Aznar causa aún tanto respeto como miedo en el seno del
PP. Pues bien, cuando se habla de Aznar yo siempre me
acuerdo de lo que me dijo nuestro alcalde cuando yo lo
entrevisté para la revista Siglo XXI acerca del
comportamiento de José María con Ceuta. Nuestro alcalde no
se cortó lo más mínimo en responderme que Aznar tuvo la
culpa de que el GIL arribara a esta ciudad y terminara
ganando las elecciones. Y fue así, según nuestro alcalde,
porque se olvidó de ayudar a esta ciudad en la medida
necesaria. Aquellas declaraciones no las haría nuestro
alcalde en estos momentos. Seguro que no. Por si acaso se le
mete a Aznar entre ceja y ceja volver a La Moncloa.
Viernes. 24
Hubo un tiempo en el cual mis relaciones con José
Francisco Ríos Claro fueron muy buenas. Incluso trabajé
con él durante cierto tiempo. Mas el demonio se cruzó en
nuestro camino y terminamos rompiendo la amistad. Así que
hemos estado 18 años sin decirnos ni pío. Hoy, sin embargo,
hemos coincidido en el Hotel Tryp y hemos decidido olvidar
los desencuentros pasados, sin pedirnos explicaciones de
ningún tipo. Como debe ser. Y allá que nos hemos puesto a
charlar como si tal cosa. Y a fe que me he sentido la mar de
bien pegando la hebra con Pepe. El cual no ha tenido el
menor inconveniente en decirme que es lector asiduo de
cuanto escribo. Metidos ya en conversación, y por ser lector
fiel de nosotros, lo puse al tanto de una información que me
acababa de facilitar un funcionario acerca de un asunto que
era de mucho interés para mí. Y Pepe, que ya se asombra de
pocas cosas, se ha llevado las manos a la cabeza.
Sábado. 25
Veo venir de lejos a Manolo Gómez Hoyo por la Avenida
de Sánchez-Prado y lo espero para pararme con él. Pues hacía
ya mucho tiempo que no charlábamos. Y dado que sé que le
gusta intercambiar impresiones conmigo de cuanto acontece en
la ciudad, llamo su atención, ya que da muestras evidentes
de ir pensando en las musarañas. Y la reacción de mi
estimado Manolo fue instantánea. Tan rápida como para entrar
en materia en apenas unos segundos. Interesante charla con
quien fuera gerente de Acemsa. Como no podía ser de otra
manera. Dedicada, por supuesto, a opinar sobre los últimos
acontecimientos que vienen sucediéndose y de los que él sabe
lo que sabe. A pesar de la gravedad de ciertas decisiones
tomadas por la primera autoridad, debo decir que incluso
tuvimos tiempo para alegrarnos la vida con ciertos
comentarios. De Manolo, Gómez Hoyo él, no me cabe sino decir
que siempre tuvo conmigo el trato afable y la palabra
agradable.
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