La puesta de largo de las muchas
razones que tiene Ceuta para conmemorar la fecha de 1.415 en
el Senado, ha supuesto no sólo un referente histórico sin
parangón para entender la esencia de un pueblo que entró en
la Era Moderna de la mano de los portugueses, sino el punto
de inflexión para trasladar una efemérides que expresa cómo
compartimos la misma historia que la península, los orígenes
de nuestros símbolos más queridos y paradigmáticos, así como
el carácter de ciudad europea y, a la vez, africana. Y es
esa concomitancia de hechos históricos que marcaron su
devenir desde su origen romano, a la presencia visigoda y
bizantina, la Ceuta medieval, califal y andalusí, la que
configura el carácter aglutinador y hospitalario de un
enclave que es un espacio para el encuentro.
Ceuta es sinónimo de convivencia, referente esencial para
muchos que ven en nuestra ciudad el verdadero laboratorio de
cómo una sociedad puede compartir conviviendo y
engrandecerse con su enorme capacidad de integración. Y en
ese carácter de donde surgen las esencias de Ceuta, se
cimenta aquél hecho histórico de 1.640, cuando los ceutíes
eligieron ser españoles. Un hecho que marcó su futuro y su
propia idiosincrasia por voluntad propia.
Ahora, llegado el momento de poner en valor una efemérides
significativa, esta ciudad generosa y de valores, ha llevado
a la Cámara territorial su legado histórico para exponer sus
referentes históricos y fijar cómo desde la diversidad, aquí
sabemos convivir y progresar compartiendo, como señaló el
presidente del Senado, Pío García Escudero. Las esencias de
Ceuta puestas en valor junto a su historia moderna.
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