El Salón de los Pasos Perdidos del Senado acogió ayer la
presentación de la Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015,
un acto que contó con la presencia del presidente de la
Cámara, Pío García Escudero. El presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, señaló en su discurso las “muchas razones” que
justifican la conmemoración de la llegada a la ciudad, en
1415, de los portugueses. Entre estas razones, señaló que
este hecho histórico constituye una irrefutable prueba de
que Ceuta comparte con la península “las mismas huellas, las
mismas vicisitudes y los mismos avatares de un pasado común,
en definitiva, la mismas historia”.
“Son muchas las razones que justifican la conmemoración de
la llegada a Ceuta de Portugal, de la efeméride de 1415”.
Con estas palabras, recogidas en un comunicado de prensa,
presentaba ayer de forma oficial el presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, la Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015. El
acto protocolario tuvo lugar en el Salón de los Pasos
Perdidos del Senado, con la presencia del presidente de la
Cámara Alta, Pío García Escudero. Entre las razones para
celebrar el sexto centenario de la llegada de los
portugueses, Vivas mencionó que junto con otros significados
hechos históricos, “constituye una irrefutable prueba de que
Ceuta comparte con la península las mismas huellas, las
mismas vicisitudes y los mismos avatares de un pasado común;
en definitiva, la misma historia”. Además, el desembarco de
1415 supone “la entrada de la ciudad en la Era Moderna, y
con ello la apertura a nuevos horizontes”. “A Portugal
debemos nuestros símbolos más queridos, y los fueros, y la
planta urbana, y el carácter de una ciudad que es, a la vez,
europea y africana, y la oportunidad de ser españoles”,
concluyó Vivas.
El jefe del Gobierno local recordó que cuando en 1640
prospera la sublevación del duque de Braganza y, como
consecuencia, se produce la separación de los reinos de
España y Portugal, los ceutíes eligieron ser españoles.
“Desde entonces, el merecido título de Leal, Noble y Fiel,
desde entonces un mismo estandarte con dos escudos, al que
todos los años rendimos homenaje”, agregó.
“Pero los ceutíes no queremos celebrar una batalla”, aseguró
el presidente, para agregar que “nos sentimos orgullosos de
nuestra historia, sin complejos ni prejuicios, de toda
nuestra historia: nos sentimos orgullosos del origen romano
de nuestra ciudad, que le da nombre; de la presencia
visigoda y bizantina; de la Ceuta medieval, califal y
andalusí, convertida en potencia naval, comercial y cultural
en todo el orbe mediterráneo; de haber sido uno de los
primeros ayuntamientos nacidos de la Constitución de 1812;
de tener interiorizado el valor de la resistencia, y de
presentar una brillante hoja de servicio como atalaya,
centinela y baluarte”.
Para Vivas, la efeméride de 1415 y el crisol de culturas es
“un mensaje subliminal con el que se quiere descartar y
desautorizar cualquier intento de utilizar la historia como
motivo o plataforma para la confrontación; un mensaje
subliminal con el que se pretende significar que Ceuta es un
espacio para el encuentro”. Porque “así lo ha sido, así es,
y lo que es más importante, así lo quiere la inmensa mayoría
de los ceutíes”, subrayó el jefe del Gobierno local. En
relación a la composición social de la ciudad, Vivas
defendió que “Ceuta se enriquece siendo, al mismo tiempo,
campanario, alminar, sinagoga y templo hindú” y aseguró que
los ceutíes “queremos y necesitamos hacer de la convivencia
una realidad cotidiana basada en la concordia y la
fraternidad”.
El presidente de la Ciudad reconoció ante el auditorio que
Ceuta “tiene problemas” y recordó que demanda solidaridad al
resto de los españoles para combatirlos, algo que también es
“otra constante histórica”. Para acreditarlo, entre otros
muchos “testimonios”, citó la misiva que el califa cordobés
envió en septiembre del año 973 a sus representantes al otro
lado del Estrecho, y en la que daba categórica cuenta de su
decidido apoyo: “Hasta el límite de las arcas del tesoro y
del grano almacenado, hasta el último hombre, hasta la
última moneda y hasta el último aliento”. “Pero Ceuta no es
un problema, es un continuado esfuerzo por superar las
mencionadas dificultades y hacer efectivo y real el derecho
de todos los españoles a ser iguales, con independencia de
cuál sea su lugar de residencia”, resaltó.
El presidente del Senado cerró el acto con una intervención
en la que deseó “el mayor éxito” al proyecto que encarna la
Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015, porque eso será
“una valiosa contribución a ese gran objetivo de convivencia
fructífera y de progreso compartido al que todas las
personas de bien aspiran”, razonó. Por ello, brindó, “desde
este momento, el pleno apoyo del Senado para lograrlo”.
“Divulgación”
Para García-Escudero, “frente a versiones interesadas, no
hay mejor antídoto que la divulgación y la puesta en valor
de nuestra identidad histórica, y esa tarea es siempre más
eficaz cuando se realiza con franca apertura a la
participación ciudadana”. En su opinión, el proyecto
presentado ayer en la Cámara Alta “nace con esa vocación y
eso le otorga una gran fortaleza, porque la cultura se
engrandece con la diversidad, y Ceuta Crisol de Culturas es
producto y testimonio de la diversidad, de esa capacidad de
integración que está en las entrañas de su ser histórico, lo
que constituye su mejor aval de futuro”.
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