LUNES 13.
Diez de la noche. El sueño me puede. Doy cabezadas en el
sillón de la salita de estar. Está a punto de comenzar el
partido Real Sociedad-Granada. Que a mí me ha dado en las
pituitarias que va a ser un encuentro repleto de entusiasmo
y de llegadas al marco contrario por el camino más corto. Es
decir, con los pases justos a fin de sorprender a los
defensores. Lo primero que hago es refrescarme la cara. Para
espabilarme. Y a fe que me quedo nuevo. De modo que disfruto
de lo lindo viendo el espectáculo que están dando ambos
equipos. Uno, la Real, situado en puesto de competición
europea; el otro, el Granada, luchando denodadamente para
evitar el descenso. Llegó un momento en el cual vibré con el
juego de los dos conjuntos. Hubo buen fútbol, goles, muchos
¡uy! y pasión a raudales. Los goles fueron llegando y si no
hubo más fue porque los guardametas actuaron magníficamente
y los palos repelieron varios balones. Los futbolistas de
ambos equipos salieron al campo con la intención de
desarbolar por juego al adversario. Y de principio a fin me
hicieron disfrutar de lo lindo. Acerté en sentarme ante el
televisor y acabé felicitándome por haber doblegado al
sueño. Partidos así, sin duda alguna, son necesarios de vez
en cuando para no perder la afición por el deporte rey.
Martes. 14
Me reúno con varios amigos, un martes más y en la sobremesa
se discute –discutir no es reñir- sobre la persecución de la
cual está siendo objeto este periódico. Y no se entiende
cómo es posible que un alcalde sea capaz de hacer un pliego
de condiciones a la medida de ‘El Faro’ con el único fin de
que ‘El Pueblo de Ceuta’ se vea abocado al cierre y, por
tanto, a tener que despedir a muchos padres de familia. Los
comensales me piden que les explique los motivos existentes
para que nuestro alcalde haya decidido cometer tamaña
felonía. Y no tengo el menor inconveniente en enumerarlos.
Son varios. Aunque hay uno muy principal: Juan Vivas
odia a José Antonio Muñoz. Su aversión hacia él es
tan grande que acabará haciéndole daño a él. Ya que el
rencor es tóxico. Y, sobre todo, nuestro alcalde, mal
asesorado por sus amigos íntimos, Montero y
Aróstegui, ha perdido el norte y no acierta a percatarse
de que su actitud, absurda donde los haya, terminará
pasándole factura. Tiempo al tiempo.
Miércoles. 15
Hoy he decidido mirar hacia atrás, sin miedo a quedarme como
la mujer de Lot, y he llegado al día 21 de octubre de 2004.
Y he leído una columna, firmada por mí, a la que titulé
Señor presidente. He aquí el último párrafo de mi opinión:
“Hágame caso, señor presidente, afronte la realidad. Todos
nos equivocamos. Pero lo peor no es errar, no; lo peor es
hacerse el lipendi para no reconocer pagos indebidos. Por
favor, no nos obligue a tener que suscribirnos al Diario
Sur”. En el citado diario escribía, entonces, un tal José
Carlos García. Un tipo que llegó a esta ciudad
disfrazado de hippie y que se ufanaba de meterle las cabras
en el corral a Juan Vivas mientras que los demás
medios, decía él, le comían el orto. Pero el muchacho,
debido a su amistad con un funcionario que no se cansaba de
airear que en el cajón de su mesa tenía suficientes
documentos para cargarse a Vivas cuando le diera la gana,
consiguió meter la cabeza en el ayuntamiento como asesor de
cuestiones relacionadas con los medios. Eso sí, por más que
le aconsejaron que debía asearse más, el muchacho, que es de
natural espeso, no lo ha conseguido; es decir, se ha quedado
en querer y no poder. Habrá que empezar, sin duda alguna, a
interesarse por sus malas costumbres. Si es verdad que las
tiene. Para sacar conclusiones de sus malos comportamientos
y de cuál es el problema para que le abandone el desodorante
a primera hora de la mañana.
Jueves. 16
José Antonio Carracao viene mostrando, como dicen en
el mundo del toro, un valor sereno. A pesar de que es
consciente de que se está pegando un arrimón ante un burel
que gazapea, que se vence de un lado, sobre todo por el
izquierdo, y que en cuanto se descubra, le buscará la
femoral. Al secretario general de los socialistas de Ceuta,
por haber denunciado el ‘caso’ Urbaser’, le están haciendo
la clásica rueda para sacarlo de quicio. Hoy sale Fulano
despotricando contra él; mañana lo hace Fulana; al otro,
Mengano y al siguiente Zutano. Y, por si fuera poco, cada
dos por tres lo pone a parir un tío que no firma sus
artículos como Luis Manuel Aznar pero que yo juraría
que su escritura tiene un gran parecido con la de quien
tendría que ser más prudente en todos los sentidos. En fin,
el verá si está dispuesto a resistir lo que podría llamarse
una andanada de asuntos suyos que dejaron huellas en la
ciudad. En realidad, y conviene decirlo de una vez por
todas, Carracao está solo ante el peligro de muchos
mastines. Cuyos aullidos tratan de doblegar el valor de un
político que está cumpliendo con su obligación: denunciar
que se le han pagado a Urbaser camiones ya amortizados por
valor de 12 millones y medios de euros (2.100 millones de
pesetas). Y a semejante escándalo, unido a otro de 5
millones más que no cuadran, le han dado en llamar un error
administrativo. Lo dicho: José Antonio Carracao está dando
la talla. Aunque esté solo ante el peligro de los ya
referidos mastines.
Viernes. 17
La noticia del día es la primera de este periódico. En la
cual viene, como faldón amplio, la denuncia de un concurso
público ‘amañado’ para ‘El Faro’. Con tres sumarios:
Gobierno. Ha realizado un concurso de publicidad dirigido a
‘El Faro’, estableciendo en el mismo, criterios
discriminatorios. ‘A dedo’. Para ello, ha utilizado a uno de
sus empleados eventuales nombrado a ‘dedo’, José Carlos
García. Proceso penal. La falta de transparencia, el trato
discriminatorio y arbitrario, el ánimo de perjudicar, el
tráfico de influencias, así como la prevaricación derivarán
en un proceso penal. Este faldón de la portada de ‘El Pueblo
de Ceuta’ no deja de ser motivo de comentarios. Sobre todo
porque está ilustrado con una fotografía de tres personajes
que pasarán a la historia como practicantes de una acción
encanallada. Diego Sastre y José Carlos García,
dirigidos por Guillermo Martínez, han cometido una
maldad, adoctrinados por nuestro alcalde, Montero y
Aróstegui, cuyas consecuencias son dejar a varias
familias sin trabajo. Menudo cargo de conciencia.
Sábado. 18
Larga conversación con un cargo de esta ciudad. Con quien
coincido en un establecimiento y lo primero que hace es
darme la vara acerca de la derrota del Madrid en la final de
la Copa del Rey. Ni se me ocurre defenderme con los tres
balones a los palos ni, mucho menos, alego que Courtois,
el altísimo portero belga del equipo colchonero estuvo
sensacional. Por cierto, Courtois, además de ser
extraordinario en el juego por alto, anda enorme de reflejos
y es capaz de ir a los costados como si midiera nada y
menos. Y, por si fuera poco, su juego con los pies es más
que bueno. Tras el preámbulo futbolístico, pasamos a charlar
acerca de la persecución de nuestro alcalde a este
periódico. Y mi interlocutor no duda en darme su opinión al
respecto: “la forma de actuar de Juan Vivas nos tiene
preocupados a todos los que somos del PP. Ya que es tan
injusta como absurda. Más bien parece la postura de una
persona al que tanto poder le está haciendo cometer
necedades a tutiplén. Necedades que, si siempre son
indeseadas, qué decirte en los tiempos que corren. En
Madrid, sin duda alguna, y a pesar de la que está cayendo,
están al tanto, quienes tienen que estarlo, de los desvaríos
del alcalde de Ceuta”.
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