Es a lo más que llega Francisco
Márquez cuando habla del caso Urbaser y cree que no es un
“escándalo” sino una “crítica”.
No sé si ha utilizado intencionadamente el diccionario
nuestro diputado del PP o ha dicho la primera palabra que se
le vino a la boca, pero de todas formas muy poco sentido
tiene esa afirmación, en estos momentos.
Y yo comprendo que se utilicen palabras y más palabras, unas
huecas, otras sin sentido, pero tratando de llenar un
espacio que si no se llena con palabras se llenaría con
“sospechas” y que sería mucho peor.
Que el tema Urbaser, desde ahora y para siempre, va a ser
uno de los puntos negros de la política y la gestión de
Ceuta, no lo va a poder quitar nadie ya. Eso está ahí, y si
se queda como está, mal, pero si a lo que hay se añaden
otros elementos, todavía será peor.
Paco Márquez, querámoslo o no, también está dentro del
Gobierno de la Ciudad y si bien es cierto que sus
ocupaciones en el Congreso de los Diputados, en Madrid, le
tienen que llevar muchas horas, no menos cierto es que antes
de ir a Madrid era uno de los auténticos pesos-pesados en el
Ayuntamiento.
No se ha mostrado, hasta ahora, en los últimos tiempos, muy
hablador Paco Márquez, por lo que considero que su salida a
escena debe ser, muy especialmente, porque todo lo que se
arrope al propio Gobierno de la Ciudad, aunque sea desde
dentro, algo podrá valer, aunque el personal en la calle,
con la que está cayendo y con tanto dinero “revoloteando”,
no deja, al menos, de hacerse la pregunta: ¿Cómo es
posible?.
El diputado del PP y concejal del PP por Ceuta cree que no
es posible “elevar a rango de escándalo” lo que es “una
crítica a una actividad administrativa o del Gobierno”.
Paco Márquez, aquí, se ha quedado a medias en esa “revolera”
que ha intentado dar. Y digo que se ha quedado a medias
porque la expresión:”una crítica a una actividad
administrativa o del Gobierno”, queda cortada, no llega a
tener pleno sentido y mucho menos si esa frase la pronuncia
alguien que debe saber y sabe muy bien hablar en la lengua
de Cervantes que es la misma de él y la mía, por supuesto.
Paco Márquez sabe muy bien que esto ya no es “una pelotera”
de dos partidos políticos donde prima eso de “y tú más”. El
diputado del PP lo que no querría es que Ceuta, también,
salte con algún tipo de escándalo por unas cuantas
actuaciones no demasiado ortodoxas y por eso trata de hacer
encaje de bolillos con las palabras.
¡Malo! Cuando tenemos que jugar con la lengua de esa manera.
Y mucho peor es si hay que dar otros giros más, recurriendo
a lo que piensa o pueda pensar la sociedad por hechos como
el de Urbaser.
Aquí trata de quemar todo su bagaje con palabras bonitas,
hermoseadas y adornadas, pero no concluyentes, especialmente
cuando dice:”la sociedad ceutí no se merece que se le someta
a un estrés como éste”. Aquí sí que se equivoca el diputado
Márquez, porque la sociedad ceutí, en unos momentos como
éstos, lo que no se merece es que no se gestione sin total
trasparencia y rigurosidad el dinero que pasa por la Ciudad.
Los términos “escándalo” y “crítica” pueden llegar a
complementarse y para mal del Gobierno de la propia Ciudad.
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